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Sociedad

La Iglesia Católica vuelve a cargar contra el Código de las Familias a menos de 15 días del referendo

No obstante, los obispos reconocen aspectos positivos, como 'la precisión con que se rechaza la violencia en el seno de la familia'.

La Habana
Obispos cubanos.
Obispos cubanos.

Cuando faltan menos de 15 días para que los cubanos voten a favor o en contra del Código de las Familias en referendo, la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC) criticó la norma una vez más, aunque le reconoció aspectos positivos, en un comunicado emitido este 12 de septiembre.

"Ante la proximidad del fin del proceso de consultas y aprobación del nuevo Código de las Familias, los Obispos de Cuba nos sentimos en el deber de compartir el presente mensaje para reafirmar los criterios que, sobre estos asuntos tan humanos e importantes, ya hemos manifestado en reiteradas ocasiones", dice el texto.

"Otras iglesias y grupos religiosos también están publicando pronunciamientos en los que expresan sus ideas y convicciones sobre las temáticas abordadas en el nuevo texto legal que se somete a votación", señala.

Los obispos recuerdan que, aunque la Asamblea Popular del Poder Popular aprobó recientemente la norma, "lo que le dio rango de ley y, como tal, fue publicado en la Gaceta Oficial", esta "deberá ser validada en referendo popular, convocado para el domingo 25 de septiembre". Si la mayoría de las personas vota a favor, el Código de las Familias entrará en vigor al día siguiente, apuntan los religiosos. "Pero si prevalece el NO, la ley no tendría eficacia y se mantendría vigente el actual Código de Familia de 1975".

El triunfo de la segunda opción, explican, no significaría que no se pudiera continuar trabajando en un nuevo Código "que actualizara la legislación familiar e introdujera todos los aspectos positivos que contiene esta ley sometida a referendo, pero que, a su vez, adecuara las instituciones polémicas al sentir mayoritario del pueblo y a los principios morales que nos han legado los padres fundadores de la Patria y que nos sostienen como Nación".

Los aspectos que ven positivos dentro de la norma, "entre otros", son "la precisión con que se rechaza la violencia en el seno de la familia, la manera en que se recogen y protegen los derechos de los abuelos, el modo en que se inserta el cuidado de los ancianos, personas en situación de discapacidad y vulnerables". 

"También vemos con beneplácito que se reconozca lo establecido en la Convención sobre los Derechos del Niño y que, en diversos ámbitos, se manifieste explícitamente la obligación de dar alimento y cuidar a los que queden en situaciones desfavorables y durante el embarazo", añaden.

Como negativo, señalan lo que consideran "la introducción en nuestra legislación de los contenidos de la llamada 'ideología de género', que sustenta muchas de las propuestas" y que, en su opinión, "no beneficia a la familia cubana".

"No es verdad que lo más beneficioso para los niños y adolescentes sea introducir una interpretación del principio de 'la autonomía progresiva' que se extiende a la posibilidad de que los menores de edad, sin la autorización de sus padres, puedan asumir determinados criterios, sobre todo que impliquen procesos clínico-quirúrgicos irreversibles, que determinen situaciones existenciales o identitarias para las que no están preparados", opinan.

Se oponen también a la adopción de niños por parte de parejas del mismo sexo, argumentando que "la adopción es esencialmente un modo de conceder al niño por ley, lo que por naturaleza le corresponde y necesita: un padre y una madre".

Con el mismo argumento se oponen a "la pluriparentalidad, la aplicación de técnicas de reproducción humana asistida a parejas del mismo sexo o, incluso, la fecundación in vitro post mortem, por la que un niño nacería intencionalmente huérfano de padre. Todo hijo es un don y un fin en sí mismo; es un derecho del niño tener un papá y una mamá", afirman.

No consideran ético el reconocimiento de la llamada "la llamada 'gestación solidaria', en la que una mujer que lleve en su vientre durante nueve meses una criatura la deba entregar inmediatamente después del parto a otras personas, privando a ambos, madre e hijo, del vínculo afectivo que la gestación naturalmente establece".

Por último, declaran que el matrimonio entre el hombre y la mujer, "que es la base natural de la familia, no puede ser desplazado o deformado para dar paso a otras maneras construidas legalmente". 

"El plan originario del Creador es éste: ‘Y creó Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó: varón y mujer los creó. Y los bendijo Dios y les dijo: Sean fecundos, multiplíquense y llenen la tierra’ (Génesis 1, 27-28a). Esta verdad revelada sustenta la fe de todos los cristianos", sentencian.

Los obispos critican que los aspectos que más polémica generaron durante la consulta popular se mantengan, a lo que se suma "la campaña oficial para presentar como idóneo el texto que se propone, para lo cual se han utilizado todos los medios de comunicación a que tenemos acceso los cubanos".

"Para que el voto sea tal se requiere contar con pluralidad de información que permita al ciudadano asumir su propia decisión. La información, al fluir en un solo sentido, sin otros contrapesos, opera como un factor condicionante, y el voto que de la misma se derive expresará, necesaria e inevitablemente, una voluntad condicionada", afirman.

Pese a haberse referido a la fe de todos los cristianos, el mensaje de la COCC también va dirigido a los no creyentes.

"Apelamos a la conciencia y a la responsabilidad de todos los cubanos, creyentes o no, a que tengan en cuenta a la hora de votar lo que les dicte su conciencia, su fe, sus convicciones y principios, pensando no sólo en las generaciones actuales, sino también en las futuras, y en el bienestar espiritual y material de todos los cubanos", expresan los obispos.

El comunicado está firmado por el cardenal Juan de la C. García Rodríguez, arzobispo de La Habana; Dionisio G. García Ibáñez, arzobispo de Santiago de Cuba; Wilfredo Pino Estévez, arzobispo de Camagüey; Emilio Aranguren Echeverría, obispo de Holguín y presidente de la COCC; Arturo González Amador, obispo de Santa Clara y vicepresidente de la COCC; Juan Gabriel Díaz Ruiz, obispo de Matanzas; Álvaro Beyra Luarca, obispo de Bayamo y Manzanillo; Juan de Dios Hernández Ruiz SJ, obispo de Pinar del Río y secretario general de la COCC; Domingo Oropesa Lorente, obispo de Cienfuegos; Silvano Pedroso Montalvo, obispo de Guantánamo y Baracoa; Marcos Pirán, obispo Auxiliar de Holguín; Eloy Ricardo Domínguez Martínez, obispo Auxiliar Electo de La Habana, y el padre Dariusz Josef Chalupznski, administrador diocesano de Ciego de Ávila.
 

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6 comentarios

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Profile picture for user El Santo

De aprobarse el cuestionado código, los cubanos ya no estarán doblegados por los caprichos de una sola minoría, sino de dos.

Esta banda de pederastas fanáticos del "hombre invisible" dando lecciones de respeto a la familia, le ronca.

Profile picture for user Ana J. Faya

Con la misma fuerza y nivel de detalle con que se han pronunciado sobre este asunto, los obispos debieran hacerlo también contra la represión del régimen y la ausencia de cambios que puedan mejorar la vida del cubano. Y no porque se haya convocado a un referendo, sino porque es su deber hacia su pueblo.

Profile picture for user Plutarco Cuero

Eso sería jugar con el mono, ellos prefieren la cadena ....

Profile picture for user cubano libre

Son orientaciones del compañero Papa, para que la gente crea qué hay un verdadero “referéndum” en Cuba.

Simple derecho al pataleo, pero si uno se calla está renunciando también a ese derecho y a la posibilidad de conseguir algo, aunque sea por despiste.
Por otra parte puede que lo que se consiga no es lo que se pretendía, como en el 11J, pero si uno se calla se le está autorizando las decisiones de la mayoría o las del más fuerte (aunque sólo sea en apariencia).