El Gobierno cubano lanzó la convocatoria para realizar "elecciones" municipales el próximo 27 de noviembre en todo el país, reportó el medio oficial Cubadebate.
El anuncio del Consejo de Estado parte de lo establecido en los artículos 2 y 3 de la Ley 127 (Ley Electoral), del 13 de julio de 2019. Esta legislación establece que las elecciones para delegados a las asambleas municipales del Poder Popular se desarrollan cada cinco años, y se anuncian en la Gaceta Oficial con no menos de 90 días de antelación a la fecha de su celebración.
Esta convocatoria fue publicada en la Gaceta Oficial No. 54 del martes 6 de septiembre de 2022, firmada por Esteban Lazo Hernández, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
La primera vuelta se realizará el 27 de noviembre de este año. El 4 de diciembre será la segunda vuelta en las circunscripciones en que ninguno de los candidatos haya obtenido más del 50% de los votos válidos emitidos.
En estas elecciones se elegirán a los delegados de las asambleas municipales del Poder Popular, entidades que sostienen la base del Gobierno cubano en los 168 municipios del país.
Las candidaturas de los delegados a las asambleas municipales son propuestas directamente por los vecinos de las circunscripciones electorales. Sin embargo, por lo general evolucionan aquellas candidaturas que cuentan con el apoyo del oficialismo y las organizaciones de masas al servicio del Partido Comunista de Cuba (PCC).
En las anteriores elecciones municipales celebradas en Cuba en 2017, aspiraron 27.000 candidatos por 12.515 puestos de delegados. Según datos oficiales, más de 7,2 millones de cubanos ejercieron el voto, el 82,05% de los ciudadanos del país.
Las elecciones de Cuba solo permiten escoger a los delegados de las asambleas municipales, provinciales o el aparato legislativo del mal llamado Poder Popular. Estos procesos prácticamente no generan cambios en la composición del poder político del Gobierno comunista, ya que son coartados por los intereses del PCC.
El PCC se asegura por disposiciones de la Constitución y la Ley Electoral el nombramiento de las directivas del Consejo Electoral Nacional y de los provinciales, teniendo así el control de dichas estructuras.
Como señala DemoAmlat, destacan la falta de instancias de control y auditoría en el sistema electoral, "falencias que son de naturaleza estructural, ya que al estar ilegalizado cualquier otro partido u organización de la sociedad civil que no apoye al Gobierno, los ciudadanos independientes no pueden auditar el proceso, que recae totalmente en el PCC y las organizaciones de masas que constitucionalmente están subordinadas a este".
Una buena oportunidad para colocar en escena, una abstención masiva. Como se trata de un derecho y no de una obligación, los cubanos pueden perfectamente quedarse en sus domicilios ese día y no ejercer su derecho a votar. Nada cambiaría, es cierto, pero será una impecable forma de decirle al desgobierno, que no les interesa su "continuidad".
Y ¿qué más da?
Se puede abstener el 98% de la población o votar nulo que, al final del recuento, publicarán una estadística de participación del 98% y un voto unánime por la continuidad del contubernio.