El régimen impidió salir del país este viernes a las observadoras electorales independientes, María Elena Mir Marrero y Eroise González, denunció a DIARIO DE CUBA María Mercedes Benítez Rodríguez, de la Red de Ciudadanos Observadores de Procesos Electorales (COPE).
"Ambas estaban invitadas a participar en la observación electoral internacional en Costa Rica este domingo y en un taller donde se iban a presentar el informe de COPE sobre las votaciones cubanas del 11 de marzo pasado", explicó Benítez Rodríguez.
Asimismo, condenó: "La Seguridad del Estado le retiró el pasaporte a María Elena Mir y la acusó de desacato. A Eroise la cogieron en la puerta de su casa y no la dejaron viajar. Las dos iban saliendo de su casa cuando las interceptó la Seguridad del Estado hoy (este viernes) por la mañana".
Ambas observadoras de COPE debían viajar este mismo viernes desde el aeropuerto José Martí de La Habana con destino a San José.
Costa Rica se encamina a una segunda vuelta presidencial este domingo entre el predicador evangélico Fabricio Alvarado y el centroizquierdista Carlos Alvarado, quienes tienen visiones distintas en la mayoría de temas, lo que ha abierto una polarización política y religiosa.
Un total de 3,3 millones de personas están convocadas a las urnas en una fecha atípica: Domingo de Resurrección de la Semana Santa en un país donde las ciudades lucen casi vacías y las playas abarrotadas de gente, pues para muchos es época de vacaciones.
Las restricciones de movimiento son una práctica frecuente del régimen que suele impedir a activistas de derechos humanos y a periodistas independientes salir de la Isla. El modus operandi casi siempre es comunicarles en los controles antes de abordar el avión que están "regulados" sin darles explicaciones y sin permitirles subir a sus vuelos.
COPE ha estado siguiendo el proceso "electoral" cubano. Ha sido una de las plataformas ciudadana que ha denunciado irregularidades en todo este proceso "electoral" iniciado en noviembre pasado: desde los intentos de nominar candidatos independientes que fueron frustrados con el visto bueno del propio vicepresidente Miguel Díaz-Canel, hasta "la manipulación del voto, la politización y falta de anonimato" en la etapa final de los "comicios".
Este simulacro "electoral" del régimen, como a lo largo de 60 años de dictadura, ha seguido un guion prescrito y sus resultados para muchos cubanos son totalmente previsibles.
Estas "elecciones" terminarán en 25 días con el traspaso de poder dentro del castrismo. La pregunta que ocupa a los cubanos es quién sucederá a Raúl Castro en la cabeza del Gobierno.
Aunque la mayoría de los observadores da por sentado que será Miguel Díaz-Canel y el propio general ha asegurado que apuesta por que las viejas figuras del régimen dejen paso a otras más jóvenes, nadie sabe con certeza qué pasará el 19 de abril, cuando la Asamblea Nacional elija al Consejo de Estado y este al sustituto del dictador.