En la sala de parto del Hospital Provincial Antonio Luaces Iraola de Ciego de Ávila se cayeron tres metros cuadrados de falso techo debido al delicado estado constructivo que presenta dicha instalación, denunció el miércoles el periódico oficial local Invasor.
El medio señaló que "el derrumbe vino a ser la gota que colmó la asistencia médica en la Unidad Obstétrica avileña, por años sometida a acciones de reparación y mantenimiento continuas, que no constituyeron soluciones definitivas".
El director del hospital, Alberto Moronta Enrique, dijo que se repararán completamente esas salas y la asistencia de partos y cesáreas pasará al hospital de Morón Roberto Rodríguez.
El funcionario explicó que deben "eliminar filtraciones y conductos de ventilación en desuso, impermeabilizar la cubierta, mejorar la iluminación, enchapar, restaurar la carpintería, arreglar las redes hidrosanitarias y las bóvedas de los salones quirúrgicos".
Por otro lado, las instalaciones obstétricas de Morón también se encuentran en construcción, por lo que las mujeres mostraban resistencia a ser atendidas allí, lo que generó un sobrecargo de gestantes en Ciego de Ávila.
Carlos Martínez Gómez, vicedirector del Programa Materno Infantil del hospital, dijo que "algunas pacientes han llegado en período expulsivo, cuando su traslado es imposible, y ha sido necesario asumir el nacimiento aquí, en contra de lo descrito y de las capacidades existentes."
El periódico oficial reconoció que en Ciego de Ávila "dar a luz en los próximos meses será, más que nunca, un hándicap en la cadena de atenciones, donde prácticas y protocolos convivirán con los esfuerzos por levantar una pared. Todo condicionado por la presión de las salas repletas y los traslados a destiempo".
Invasor concluyó diciendo que las obras de remodelación que se acometen en las instalaciones obstétricas de la provincia deben ser un impulso para cambiar la tasa de mortalidad infantil más alta del país al cierre del 2021.
La escasez de insumos y el deterioro del sistema de salud cubano ha provocado un alto índice de embarazadas anémicas y más abortos. A eso se añade la violencia en el parto que decenas de madres cubanas han denunciado sufrir de manos de los médicos.
Alejandro Castro Espín; un criminal con suerte. Porque los cubanos que “trabajan en equipo” no logran tracción mientras los niños sufren con el rigor del tirano.
Por mediocre e incoherente, la base de datos de Dun & Bradstreet para movilizar al hemisferio no es suficiente. Cualquier plan para interactuar con los exiliados cubanos en Hialeah no les interesa, y separar a los ciudadanos por fuera de los canales del Estado cubano es una estrategia fallida.
Alejandro Castro Espin; Champagne de color rojo para usted y sus amigos.
Apocalipsis Now !
“ debido al delicado estado constructivo”. Un techo en mal estado (por mucho tiempo antes del derrumbe); playa de bacterias que reposan burlando a la gravedad. Se mueren los recién nacidos en Santiago de Cuba y en el resto de las provincias.
Cascos para los recién nacidos.