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Desabastecimiento

Claria por reservación a través de WhatsApp: otra 'innovación' de la escasez cubana

Con esa iniciativa, un emprendedor cubano intenta satisfacer a sus clientes. Aun así, no lo consigue.

La Habana
Claria capturada en Cuba
Claria capturada en Cuba wgcu

La profunda crisis alimentaria que atraviesa Cuba desde hace décadas se ha visto agravada en los últimos meses, si cabe, a pesar de que el Gobierno insiste en haber superado los peores momentos de la pandemia, condición que, junto al embargo estadounidense, ha esgrimido para justificar el hambre que padecemos.

En diciembre pasado, a través de su cuenta en Twitter @PresidenciaCuba, lo aseveró, a la vez que declaraba al país "en mejores condiciones para la recuperación de la economía".

Lejos de tal recuperación, la escasez de alimentos y la subida de precios no han hecho sino empeorar, lo que incide particularmente en el consumo de proteínas. El "plato fuerte" no está al alcance de la mayor parte de los cubanos.

Conseguir carne de cerdo, pollo, jamón o picadillo es una odisea, pero el pescado se encuentra a otro nivel. Ya ni las tradicionalmente insípidas croquetas se venden en las pescaderías. Solo la claria, un pez considerado plaga en muchos países del mundo y que en Cuba parece no poder prosperar, aparece de vez en vez para aliviar nuestra escasez de fósforo.

Es tan esporádica su aparición, que en una carnicería privada de la Zona 6, en el reparto Alamar, el propietario tuvo la ocurrencia de abrir un grupo de WhatsApp para que la clientela pudiera reservar, a 130 pesos la libra, algunas cantidades del producto con días de antelación.

Las reacciones han sido diversas. Por un lado, los miembros del grupo se manifiestan a favor y dicen sentirse privilegiados y, por el otro, quienes cada mañana se personan en el local con intenciones de adquirir el pescado se marchan decepcionados.

"¿Reservación? ¿Pero qué es esto, un hotel?", expresó enojada y sorprendida una clienta que acababa de marcar, después de que alguien en la cola le explicara las especiales condiciones de venta.

En la práctica, la iniciativa no parece haber cambiado mucho las cosas. A menudo los clientes que han reservado pedidos terminan con las manos vacías, debido a que la demanda excede por mucho la existencia del producto.

"Creé este grupo para ayudar a las personas, para que tengan la seguridad de que, una vez reservada la claria, pueden venir y adquirirla", explica el propietario.  

Sin un abastecimiento regular ni apoyo del Gobierno, este joven emprendedor al menos lo intenta. "Es un pescado que viene desde Pinar del Río. La gente que me lo trae no tiene transporte. Pagan un camión o una máquina y luego el (ómnibus) P-3. Así, en lo que aparezca, llegan hasta aquí. No pueden venir todos los días ni tampoco traer muchas libras, por lo que casi siempre trato de distribuir el producto que llega equitativamente entre mis clientes", dice.

La ruta entre Pinar del Río y La Habana está plagada de puntos de control, donde la Policía entorpece el traslado del pescado. "Si te sorprenden, sabes que te lo van a decomisar", advierte Eduardo, quien viaja frecuentemente a Vueltabajo para visitar a sus parientes.

"He visto a la Policía descubrir una jaba en un camión de pasajeros y los dueños 'no aparecer'. La gente prefiere perderlo todo antes que le pongan una multa. Es duro, porque esas personas a veces pasan varios días pescando, o les pagan las ensartas bien caras a los pescadores", explica.

"Una de las zonas de pesca más importantes de la provincia está en La Coloma, aunque allí la claria no es tan abundante. La libra de filete se está moviendo entre los 90 y 100 pesos. Lo que pasa con el traslado de pescado fileteado es que, según dice la Policía, es un delito que se llama 'desfiguración de especie'", concluye el también pescador.  

El Estado cubano combate el trasiego de pescado a pesar de que la nueva Ley de Pesca (129/ 2021), en su artículo 14.1, inciso b, establece que la pesca comercial puede ser realizada por personas naturales cubanas. Ni el citado instrumento legal ni el Reglamento de la Comisión Consultiva de Pesca indican limitaciones en cuanto a la cantidad de pescado a comprar por personas naturales.

En cuanto a la llamada "desfiguración de especie", solo aparece una alusión al tema en la resolución 21/ 2020, que prohíbe "el empleo de cualquier proceso que dificulte o impida la identificación de las especies, o altere la talla o el peso de los ejemplares capturados, como son filetear, descabezar o descuerar".

Sin embargo, esta disposición solo aplica a la pesca en las modalidades deportiva y recreativa, para que el pescado capturado desembarque entero o simplemente eviscerado. Nada dice sobre su transportación una vez que el cliente le ha comprado el producto a un pescador debidamente autorizado con licencia comercial.

Las multas correspondientes a las violaciones de los artículos que comprenden la Ley de Pesca y su reglamento oscilan entre 1.000 y 5.000 pesos cubanos, además de la confiscación de los medios de pesca y de las capturas, en los casos que aplique. Ninguno de estos artículos prohíbe que un cubano viaje de una provincia a otra con algunas libras de pescado fileteado.

En Cuba, gran parte de los pescadores particulares autorizados mediante licencias, se encuentra vinculada a cooperativas estatales y es obligada a vender la mayoría del pescado que captura al Estado, a precios irrisorios.
 
Un control tan estricto y abarcador no ayuda, como cabría esperar, a satisfacer las necesidades alimenticias de la población, ni tampoco a una futura soberanía alimentaria, tal y como se predicó al aprobar la vigente ley.

Solo la industria turística y la cúpula de dirigentes se benefician, mientras que el cubano de a pie continúa esquivando puntos de control, sobornando, pagando precios elevadísimos y creando grupos de WhatsApp para sortear el hambre.

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4 comentarios

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COSAS QUE DAN PENA!

Profile picture for user EL BOBO DE LA YUCA

Ningún país, ninguna isla en el mundo satisface "las necesidades alimenticias de la población" pescando en las proximidades de sus costas. Ese tipo de pesca artesanal solo resuelve a pequeñisima escala, familiar. Los pescados que se venden comercialmente, a gran escala, o son especies capturadas "en alta mar" o producto de criaderos de agua dulce o salada en que los salmones, tilapias, camarones, mejillones... son criados como se crian los pollos. Ni en los "mejores tiempos" de Cuba Revolu, en la década de los 80, era fácil conseguir un emperador o un serrucho. El pescado que daban por la libreta y en las becas o colegios, y que la gente rechazaba (jurel o merluza), venía '"de afuera", no era de la plataforma insular.

AMIGO no se su edad,pero Los cubanos no comian mucho pescado,a no ser en poblaciones costeras,Cuba era de otras comidas Que por cierto ahora no existence.