Más de un año después de la desaparición de la adolescente cubana Madeleysis Rosales Rodríguez, quien tenía 16 años recién cumplidos cuando fue vista por última vez en un parque cerca de su casa en Centro Habana, aún ni su familia ni la Policía tienen pistas sobre dónde pudiera hallarse.
"La última vez que vino la Policía fue pocos días después de que DIARIO DE CUBA volviera a escribir sobre su desaparición. En ese momento, ese policía, que era de la sección de Búsqueda y Captura, me dijo que tenían 'presión para resolver el caso', que mi hija 'tenía que aparecer', y me dieron unos teléfonos para contactarlos, pero cuando les escribí nunca me contestaron. Para mí, son unos mentirosos y nunca han hecho su trabajo; de ellos ya no espero nada", comenta Isis Rodríguez Ameneiro, madre de la menor.
Madeleysis Rosales está desaparecida desde el 30 de mayo del pasado año. "Cada vez que toco una ropita de ella, el corazón se me estruja. Durante todo este tiempo ha habido mil especulaciones de dónde pudiera estar, pero en la concreta no sabemos nada. Hasta hemos ofrecido recompensa para quien nos dé una pista; también hemos regado fotos, pero nada, sencillamente ya no sabemos qué hacer", añadió desesperada la madre.
Aunque el caso de Rosales Rodríguez no es el único de menores desaparecidos reportado por los medios independientes cubanos en los últimos años, sí es en la actualidad uno de los más antiguos de conocimiento público que aún no ha sido resuelto por las autoridades.
Anteriormente, la desaparición del menor Yosvany Villar Ávila, en la barriada habanera de Lawton, en diciembre de 2020, terminó en tragedia. Su madre, Airobis Ávila, confirmó a esta publicación a principios de mayo que su hijo había sido asesinado por un hombre, hasta el momento de identidad desconocida.
El régimen cubano no tiene implementado el sistema de Alerta Amber, que utilizan otros países en el mundo para la rápida divulgación de la desaparición de menores
Los medios estatales en muy rara ocasión reportan la desaparición de menores o personas adultas, aún cuando los familiares con frecuencia han acudido a ellos con información y fotos de su ser querido, para que se conozca la situación y con la esperanza de facilitar la búsqueda.