Monseñor Emilio Aranguren Echeverría, obispo de Holguín y presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC), lamentó en una entrevista con Vatican News la catástrofe del Hotel Saratoga de La Habana, que dejó ya 46 fallecidos y se suma a la ya vapuleada vida de los cubanos, quienes sufren escasez, crisis post pandemia, apagones y ciclones.
"Esto ha sido una conmoción", dijo Aranguren, quien celebró que en "la televisión cubana se puso, en breve, en los noticieros, la persona del papa (Francisco) rezando el Regina Coelli cuando hacía la mención hacia Cuba y su cercanía con los familiares y con la realidad" que se está viviendo en la Isla.
Para el prelado, la imagen del Santo Padre pidiendo por Cuba fue "un momento de oración y conmoción".
Sobre el momento post pandemia en la Isla, Aranguren dijo que "es un proceso lento porque hay muchas personas que han sido afectadas, bien por el fallecimiento o por la situación, o sea, las consecuencias de haber pasado por el Covid".
"Está también todo lo relacionado con la emigración, un fuerte movimiento migratorio, principalmente de las generaciones más jóvenes, que desarticula las familias porque, a veces, no es la emigración de todo el grupo familiar, sino de algunos, una forma de ruptura que a la vez se refleja en la Iglesia y en la estabilidad de la vida comunitaria, porque también emigran hermanos y hermanas miembros de nuestras comunidades", lamentó.
Preguntado sobre la situación socioeconómica, responsable en parte de esa emigración y de las protestas del 11J, el presidente del episcopado cubano consideró que la situación se ha agravado después de las medidas que se tomaron para el llamado "ordenamiento económico".
"Hay un alza en la inflación, por lo tanto, el alcance a los productos básicos escasea, así como también el costo de los servicios públicos que han aumentado mucho y, por lo tanto, entre el costo de la vida y el salario, hay una gran diferencia. Y esto en algunas familias genera una situación de desazón, de agobio, de angustia. Han llamado oficialmente este momento difícil y complejo, es como se expresa en los medios de comunicación, y es así realmente", dijo.
En opinión del prelado, en tiempos de crisis como fue la pandemia, "la comunidad cristiana en los pueblos —sacerdotes, diáconos, las comunidades religiosas y fieles laicos— son un signo de fidelidad, por la presencia y por esa acción callada desde lo poco, es decir, no tanto en asumir grandes gestos, pero la cercanía con la persona que está sola, con el necesitado, el compartir lo poco que se tiene con el otro que verdaderamente espera un gesto de ayuda".
"Eso ha sido algo elocuente a lo largo de todo el tiempo de la pandemia, incluyendo alimentos en algunos casos, medicamentos básicos. Desde el punto de vista estructural, Cáritas ha sido un poco quien ha recibido ayuda de diferentes instancias internacionales, contenedores que se han llevado de manera especial a las diócesis que han sufrido más la pandemia", dijo.
Sobre el Código de las Familias, que en su momento la Iglesia Católica cubana consideró algunas cuestiones del anteproyecto como "un ataque frontal a la naturaleza de la familia" en referencia al matrimonio igualitario, Aranguren dijo que "es motivo de preocupación y de oración".
Varias figuras de la Iglesia Católica cubana se han pronunciado desde 2021 en términos de libertades para el pueblo y han denunciado las penurias de los cubanos y realizado críticas al régimen imperante.
Más allá de oraciones, manifiestos, declaraciones abiertas y públicas, varios representantes acompañaron al pueblo cuando salió a las calles durante las históricas protestas del 11 de julio.
Al igual que "juan" me llamó la atención eso de "difícil y compleja", no solo porque los del régimen usan esos dos términos constantemente, sino porque es la manera de evitar ir al grano del asunto: que la situación económica es mala, muy mala.
Esas dos palabras "difícil y compleja", muy usada por los mafiosos de la Habana y adoptada por la población como este monseñor, me parece que es un abuso del lenguaje español. No se nada de gramática española, pero creo que si algo es difícil entonces es compleja y si es compleja es difícil, porque utilizar las dos palabras a la misma vez. Alguien que es un experto en gramática española me explique por qué se usan las dos palabras si con unas de las dos basta.
“Difícil y compleja” no es más que un eufemismo para decir un “desastre de mierda”.
NUNCA OLVIDAREMOS COMO ESTE OBISPITO TRATO Y LE ENTREGO A LA SEGURIDAD DEL ESTADO lo disidentes en Gibara
Nunca olvidemos como este Obispo a tratado a la oposición pacífica en Holguin
Siempre ayudando a la seguridad del estado y serrándole las puertas de las iglesias a esos que sólo buscaban un lugar donde refugiarse de la opresión y terrorismo de estado