Isael Dorta Pérez lleva sus 51 años de vida recibiendo diagnósticos distintos para el mal que lo aqueja. El sistema estatal de salud de Cuba lo ha atendido, "pero no correctamente", dice desde su casa en San Antonio de los Baños, provincia de Mayabeque. Tampoco el sistema de Seguridad Social le ha prestado la atención debida.
"El diagnóstico primero, de la década de los 90, dice que se trata de un SCA, una enfermedad degenerativa del sistema nervioso central. En 2016 cambia a una ataxia, y en 2017 repiten la prueba de la ataxia, da negativa, y sale que es un SCA tipo 2", comentó a DIARIO DE CUBA Dorta Pérez, postrado en su silla de ruedas y en compañía de su madre de 84 años.
"En 2005 le dijeron que le quedaba muy poco tiempo de vida, que se fuera a la casa, y en agosto de 2017 le dijo lo mismo otro doctor. Sin embargo, aquí está. Si el diagnóstico fuera certero, ya debería haber fallecido", dijo un vecino de Dorta Pérez que, preocupado por el inmovilismo de las autoridades, contactó a DIARIO DE CUBA bajo condición de anonimato.
"Le dan una atención social insuficiente", lamentó. "En 2017 fue el último momento en que se le dio atención, y después de eso nadie más ha llegado por acá. La casa tiene condiciones deplorables, ni él ni su madre de 84 años pueden valerse por sí mismos o trabajar", añadió el vecino, que ha tomado fotos de documentos que prueban la situación de Dorta Pérez y su madre.
Dorta Pérez tiene una pensión de apenas 1.092 pesos cubanos, mientras su madre, jubilada, cobra 1.528. "A él le dan una dieta que carece de pescado, huevo o carne de res por la libreta de racionamiento —expresó el vecino—. Solo le dan una libra de pollo y hace meses que no le llega leche".
Marta Elena Feitó, a cargo de esa cartera de Trabajo y Seguridad Social, recientemente comentó al encargado de la Organización Mundial del Trabajo para Cuba y México que La Habana "trabaja a ritmo acelerado en función de realizar todas las transformaciones necesarias para que el proyecto de vida de los cubanos sea en Cuba".
Sin embargo, Dorta Pérez daría lo que fuera por recibir atención médica en el exterior pues, además de los diagnósticos erráticos que ha recibido y la sostenida falta de medicamentos en la Isla, "vive bajo una pobreza extrema", añadió su vecino.
En 2016, año en que sacó su pasaporte español, Dorta Pérez fue recibido por el Consulado de Madrid en La Habana. "Fui muy bien atendido", afirma, pero hoy siente abandono por parte de la representación diplomática del otro país del que es ciudadano.
En Cuba existen unas 125 familias con ataxia hereditaria y casi 800 enfermos, en su mayoría concentrados en la zona oriental de la Isla, de acuerdo con un estudio de la Revista de Neurología y Neurocirugía.
Lo siento por este pobre señor que está sufriendo con su enfermedad pero si espera que España se haga cargo de alguna manera lo veo complicado, la Sanidad Española que hasta hace unos años era magnífica va de mal en peor con tanto recorte mientras se gastan millonadas en chorradas varias que ni valen la pena enumerar.