El Ministerio de la Construcción (MICONS) no llegó ni a la mitad del plan de viviendas que se propuso en 2021, reconoció René Mesa Villafaña, responsable de esa cartera en la reunión anual del organismo.
Según el informe presentado al primer ministro, Manuel Marrero, y al viceministro Ramiro Valdés, en esa etapa se terminaron 18.645 viviendas de planes estatales, construidas gracias a subsidios otorgados a las personas y por esfuerzo propio.
Ello supone apenas el 42% de lo previsto. Menos Cienfuegos, todas las demás provincias incumplieron lo previsto, mientras que el único organismo estatal que hizo las casas comprometidas fue el Ministerio del Interior, que las entrega a sus efectivos.
Asimismo, del compromiso de locales a rehabilitar, apenas se realizaron 14.245, el 41% de la meta.
A pesar de ello, para 2022 el MICONS anunció el plan de construir 37.991 casas nuevas, rehabilitar 14.697 y conservar 21.087.
Marrero Cruz dijo en la reunión que el ministerio tiene que tener "un papel rector en tan sensible programa", y llamó a "no admitir ni una justificación más ni a esperar por que el país solucione los problemas con la escasez de cemento y de acero", citó la estatal Agencia Cubana de Noticias.
Según el funcionario, hay "insatisfacción en muchas familias, incluidas madres solteras con tres o más hijos", para quienes el Gobierno lanzó un plan especial que no ha cumplido, y que según las promesas hechas, ayudaría a mejorar la deprimida natalidad que enfrenta Cuba.
Sin embargo, llama la atención en el informe el cumplimiento de construcción del Ministerio del Interior. Desde la llegada al poder de Raúl Castro, las principales ciudades cubanas se llenaron de repartos para militares y policías, a quienes se les entregan viviendas en calidad de "medios básicos", lo que en buena medida los hace dependientes de la institución.
Asimismo, durante 2021 la construcción de hoteles en Cuba no se detuvo, mientras el Gobierno achacaba la imposibilidad de avanzar en la construcción de viviendas al embargo de EEUU, la pandemia del Covid-19 y las limitaciones económicas.
En los últimos seis años se construyeron unas 12.500 habitaciones de lujo en la Isla para el turismo sin importar la debacle del sector por la pandemia del Covid-19, ni tampoco tener en cuenta la precaria situación del fondo habitacional en la Isla.
Al cierre del mes de mayo de 2021 había más de 49.000 viviendas afectadas por eventos meteorológicos en el país, de las cuales 3.321 eran derrumbes parciales. En el mismo período se reportaron 11.378 viviendas sin terminar de años anteriores, de las cuales más de la mitad corresponden al período de 2012 a 2019.
La situación se agrava aún más por las limitaciones en la producción de cemento, que alcanzó solo el 59% y 43% en 2019 y 2020, respectivamente. Además, los estudios del propio Gobierno indicaron que la Isla se ubica dentro de los cuatro países de mayor precio del servicio de construcción.
Según se discutió en la reunión, hay inversiones en marcha para "rescatar o mejorar las fábricas de cemento", pero se cuestionó que "en muchos territorios la producción local de materiales tampoco avanza, no obstante tener a su alcance recursos naturales como la arcilla, y mini industrias con equipamiento subutilizado".
Amigo de hacer promesas, que se repiten todos los años sin resultados palpables, Marrero Cruz dijo: "Esta reunión tiene que marcar un antes y un después en el asunto de la vivienda".
Y como si no bastara con la crítica situación de las viviendas existentes y la escasez de obras nuevas, el primer ministro mencionó que entre las prioridades del MICONS están "las transformaciones de los barrios", una campaña lanzada por el Gobierno tras el estallido social del 11J, "mejorar el estado técnico-constructivo de la Autopista Nacional, de la Carretera Central y del acceso a comunidades rulares o montañosas". Esto último, dijo "a partir de soluciones locales".
