El cubano Gilberto Morales, residente en Fort Hancock, El Paso, Texas, fue sentenciado a 38 años de prisión por narcotráfico, tráfico de personas y posesión de armas de fuego, de acuerdo a un comunicado del Departamento de Justicia del Distrito Oeste de Texas, que señala que Morales usaba su rancho como un "corredor criminal".
En julio de 2021 se realizó el juicio, en el que un jurado federal encontró a Moralesculpable en un cargo de conspiración para adquirir 1.000 kilogramos o más de marihuana; un cargo de posesión de 100 kilogramos o más de marihuana, otro de posesión criminal de armas de fuego, y otros tantos por conspirar para transportar, albergar y conspirar para albergar a personas extranjeras.
La evidencia presentada demostró que el cubano, de 57 años, usaba su rancho para realizar sus actividades de narcotráfico y contrabando de personas, en coordinación con un cartel mexicano que opera en Porvenir, Chihuahua, México.
Entre junio de 2019 y agosto de 2020, Morales introdujo al menos 22.000 kilogramos de marihuana en los Estados Unidos, de contrabando, a un ritmo de tonelada y media a la semana, según informó el juez al dictar sentencia.
El 14 de agosto de 2020, se ejecutó una orden de allanamiento en su rancho, que dio lugar al hallazgo de cuatro extranjeros indocumentados. Los testimonios presentados en el juicio demostraron que Morales había traficado con personas indocumentadas desde noviembre de 2019.
Durante el registro de su propiedad, se encontraron 11 armas de fuego. En el juico además se le halló culpable de estar en posesión de 1.833 proyectiles de diversos calibres.
"Por más de un año, Gilberto Morales operó su propio corredor de contrabando a través de su rancho en Río Grande, trabajando con una organización mexicana de narcotráfico para traficar con marihuana e inmigrantes indocumentados", dijo la fiscal federal Ashley C. Hoff, según el comunicado.
"La sentencia de hoy representa un castigo justo para un acusado que proporcionaba albergue seguro a un peligroso cartel mexicano en Estados Unidos", agregó.
Sin embargo, esta no ha sido la primera condena del cubano Gilberto Morales. En 2009, fue condenado a cuatro años de prisión por un cargo de conspiración para distribuir más de cinco kilogramos de cocaína en el Distrito Sur de Nueva York.
"Al señor Morales no le bastó cumplir prisión en Nueva York. Decidió mudarse a Texas y continuar una vida de crimen y villanía. Debería haber sabido que las fuerzas del orden en Texas son implacables. Ahora, el señor Morales dispondrá de más tiempo para pensar en otras opciones para hacer carrera", expresó Jeffrey Boshek II, agente especial a cargo de la División de Campo de Dallas de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos.
Además de los años que pasará en la cárcel, la sentencia de Morales incluyó la confiscación de su rancho de 160 acres, de los casi $157.000 en efectivo que tenía escondidos, dos camiones, de un remolque para caballos y de numerosas armas de fuego y municiones. También debe pagar una multa de 520.000 dólares.