Las autoridades de Macedonia del Norte interceptaron a 28 migrantes, en su mayoría cubanos, que fueron encontrados hacinados en una furgoneta conducida por un presunto miembro de una banda de traficantes de personas, informó este martes la Policía.
Se trata de la segunda vez en solo tres días que las autoridades de Macedonia interceptan a un grupo de cubanos que atraviesa el país. En ambos casos, la Policía dijo que los conductores, que fueron detenidos, eran ciudadanos serbios, y que los migrantes habían entrado ilegalmente en el país a través de Grecia, reportó AP.
La Policía dijo que 25 de los migrantes encontrados a última hora del lunes eran de Cuba, incluidos cinco menores de edad, y los otros tres eran de la India. La furgoneta fue detenida tras una breve persecución cuando el conductor ignoró las señales de los agentes para que se detuviera cerca de la ciudad fronteriza de Gevgelija, en el sur del país.
Los migrantes fueron trasladados a un centro principal de acogida de migrantes en Gevgelija, a la espera de ser deportados a Grecia.
A última hora del viernes, la Policía descubrió a 41 inmigrantes cubanos e indios, entre ellos cinco niños, en un control rutinario en la principal carretera de Macedonia del Norte.
El pequeño país balcánico fue en su día una de las principales rutas de los inmigrantes ilegales que buscaban colarse en los países más ricos de Europa. Pero con la pandemia del Covid-19 y los estrictos controles fronterizos del año pasado, la vecina Albania se convirtió en un destino más importante para quienes intentan colarse desde Grecia, a donde llegan mayormente desde Turquía.
En los últimos tiempos esta ruta migratoria ha sido usada por decenas de cubanos, pese a los riegos que implica.
Dos cubanos expulsados de forma violenta de Grecia cuando intentaban continuar hacia Macedonia para llegar a Europa Occidental denunciaron a DIARIO DE CUBA a inicios de noviembre las agresiones sufridas por parte de las autoridades helénicas.
"El amigo fue al que más golpe le dieron porque él iba a pedir asilo político y es lo que no quieren los griegos", denunció entonces el migrante cubano Jorge Luis González Reyes, quien mostró temor de que su testimonio fuera conocido por los agentes policiales griegos y tomaran represalias.
"Es una experiencia que no quisiera que se repitiera en mi vida. Tengo miedo de que tomen represalias con nosotros. Lo que estamos pasando es bien difícil. Esta gente son criminales, con pasamontañas tapados, con unas botas inmensas y unos palos y unos tubos nos daban golpes y nos decían 'nunca más vengan a este país', hablándonos en inglés. Había que gritar llorando 'no, no, no venimos más a este país'", dijo sobre la Policía de Grecia.
"A mí no me interesa regresar a Cuba. Salí huyendo del régimen y de la situación. Me interesa recuperar mis documentos, eso está bien difícil. Esta gente, la embajada de Cuba aquí, no nos quieren ayudar", concluyó.
