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Covid-19

Camagüey: ¿cómo retornar a la 'normalidad' en medio del desorden sanitario?

La provincia es actualmente el epicentro de la pandemia de Covid-19 en Cuba.

Camagüey
Pacientes ingresadas en Camagüey.
Pacientes ingresadas en Camagüey. Adelante

El desorden epidemiológico y la incompetencia institucional hacen de Camagüey el epicentro actual de la pandemia de Covid-19 en Cuba, y el Gobierno local enfrenta la disyuntiva de cerrar más de dos decenas de centros de aislamiento porque son escuelas en las que debe comenzar el curso escolar en breve.

La tercera provincia en importancia de la Isla desplazó a Pinar del Río y Sancti Spíritus en número de casos, como consecuencia de los errores cometidos durante una crisis sanitaria que ha causado 502 fallecidos en los últimos cuatro meses.

Según Carlos Morán Giraldo, director provincial de Salud, los 11 municipios presentan tasas de incidencia por encima de 500 cada cien mil habitantes.

"De los 76 centros de aislamiento que se mantienen activos, 37 son centros educacionales", dijo el funcionario. De esa cifra, "solo se devolverán 23 escuelas" pues, aunque comience el período lectivo, el territorio no cuenta con más alternativas para enfrentar los niveles de infestación diarios.

Según los partes del Ministerio de Salud Pública, de marzo de 2020 a octubre de 2021 Camagüey reportó 64.000 contagiados, con la peor situación en el último cuatrimestre, donde se reportan cerca de 7.000 embarazadas, puérperas y niños contagiados.

Francisco Durán, director nacional de Epidemiología, alertó del progresivo deterioro sanitario de Camagüey, que en julio registró 10.247 casos positivos, en agosto 15.697, en septiembre 21.445 y en octubre acumula 7.960 enfermos.

La situación dispara las alarmas por el caos en los hospitales, que continúan en crisis pese a que el 66% de la población de la provincia esta vacunada y todas las cabeceras municipales están militarizadas.

Rosa Lidia Linares declaró a DIARIO DE CUBA que sus hijos Ulises y Rogelio "pasaron la enfermedad en su hogar, porque el médico de la familia tenía indicación de observarlos y solo reportar los casos graves. El resto no se informaba".

Según Alexis Guardiola, "en el Consejo Popular Amalia Simoni hay al menos cinco cadenas de propagación sin que las autoridades sanitarias coloquen las cintas amarillas, lo que contribuye a que el virus se disemine".

Un ambiente de incertidumbre prevalece entre los camagüeyanos, quienes se cuestionan los resultados de las pruebas que analiza el Laboratorio de Biología Molecular, que se ha contaminado cuatro veces en solo nueve meses de trabajo.

En los alrededores del Hospital del Centenario, donde ingresan a las embarazadas con Covid-19, reinan las violaciones de las medidas sanitarias, por la ansiedad de los familiares que necesitan entregar alimentos a las gestantes, quienes debido al desabastecimiento apenas comen proteínas y hace meses no reciben leche.

"Allí las discusiones son intensas, porque si le llevas plato de comida al médico nadie dice nada, pero si es para una embarazada que está muerta de hambre, a punto de parir y con coronavirus, tienes que cruzar la cerca o subirlo con una soga hasta la sala", comentó Heriberto Varona, indignado por el "calvario" que atraviesan su hija y más de un centenar de mujeres.

En medio de ese contexto, el Gobierno implementa las medidas para el retorno a la normalidad, que van desde la flexibilización del horario del comercio y los bancos, hasta la apertura del transporte y otros servicios.

El desorden comienza por los dirigentes.

El problema se complejiza por el doble rasero con que obran los directivos, en momentos en que comienzan los juicios contra los manifestantes del 11 de julio, convertidos por razones políticas en "propagadores de epidemias" y sancionados como si cometieran homicidios o delitos peores.

Como en el resto del país, en Camagüey las autoridades aprovechan la contingencia sanitaria para enjuiciar a los disidentes, quienes enfrentan largas condenas.

Recientemente, el Buró del Partido Comunista y el Consejo de Defensa de la provincia fueron puestos en cuarentena tras resultar positivos al coronavirus su primer secretario, Ariel Santana Santisteban, y otros dirigentes que violaron los protocolos, las normas de bioseguridad y el distanciamiento.

Entre los afectados también se encontraban Nivardo Cardoso, primer secretario del Partido en el municipio de Santa Cruz del Sur, y su homólogo en la demarcación de Sibanicú, Juan Ismel Hernández. Según el medio independiente La Hora de Cuba, se contagiaron al parecer en "una comelata".

Sin embargo, ninguno ha sido cuestionado o sancionado por las violaciones en que incurrieron, mientras la Fiscalía impone severas sanciones y la Policía responsabiliza al pueblo de diseminar las cepas más virulentas.

Salud Pública asume el desastre

Para enrumbar el desastre, el MINSAP envió médicos del contingente Henry Reeve hacia los municipios de Guáimaro y Santa Cruz del Sur, donde faltan profesionales de la salud, la infestación es alta y miles de personas rechazaron vacunarse.

Judith Muñoz Sierra, directora de Salud en Guáimaro, reconoció que en la cabecera municipal y los poblados de Martí y Cascorro la contención de la pandemia es deficiente y "una de las principales debilidades es la cantidad de confirmados y sospechosos que se quedan en los hogares".

Según las cifras que ofreció, "más de un centenar de pacientes confirmados permanecen en sus casas pendientes de ser trasladados".

En tanto, en Santa Cruz del Sur existen 600 focos activos y en los últimos 15 días acumula alrededor de 1.100 positivos, lo que mantiene casi paralizadas las labores productivas en decenas de vaquerías, la empresa arrocera Ruta Invasora y una de las principales camaroneras de Cuba.

Según el doctor Juan Jesús Llambías, director de Higiene y Epidemiología, el promedio de positivos de la provincia es de 419 confirmados, y la tasa de letalidad supera la de septiembre, incluso está por encima de la media del país, con 4,4 fallecidos cada 24 horas desde que inició el décimo mes del año.

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1 comentario

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Será retornar a la anormalidad, porque en Cuba nunca hubo nada normal después del ‘59. Recuerden un titular del “ período especial en los ‘90 : “ Se normalizan los apagones …” (????????!!!!!!)