El Grupo Temporal de Trabajo para el Enfrentamiento al Covid-19 extendió por otros 15 días el toque de queda en Santiago de Cuba, porque las medidas dirigidas a contener la propagación de la enfermedad no han surtido efecto.
Según los partes diarios ofrecidos por Francisco Durán, director nacional de Epidemiologia, la segunda provincia en importancia de la Isla cerró agosto con 16.911 casos positivos, casi 4.000 más a los que registró en julio y cerca del triple de todos los pacientes que ingresó en el primer cuatrimestre de 2021.
Desde el inicio de la pandemia, en el territorio han fallecido unas 380 personas. De ellas, 203 murieron en agosto, no solo por la circulación de la cepa india del coronavirus —que es más contagiosa que las anteriores—, sino por la ineptitud con que las autoridades encaran la situación.
El periodista oficialista Cuscó Tarradel informó en su página en Facebook que en Santiago de Cuba se infestan como promedio diario entre 100 y 110 niños.
Durante agosto se registraron 96 eventos activos, cinco institucionales y el resto diseminados en casi todas las áreas de salud de los nueve municipios.
Muestra del descontrol son lo más de 200 focos de Covid-19 reportados en Contramaestre, Mella y Segundo Frente, territorios con diez veces menos población que la ciudad de Santiago de Cuba, pero con cifras similares en cuanto a la diseminación del virus.
El actual contexto epidemiológico está marcado por serios errores que encolerizan al pueblo, entre ellos la pérdida de cadáveres, que obligó a la Intendencia a sustituir los equipos de trabajo en los departamentos de admisión de todos los hospitales y centros de aislamiento.
En un recorrido por la ciudad, DIARIO DE CUBA constató que las morgues, el crematorio y la funeraria continúan colapsados, al igual que los cementerios, donde "los cadáveres se sepultan en fosas colectivas, y en muchas ocasiones sin la presencia de los familiares", según dijo uno de los técnicos que acompaña los sarcófagos hasta su lugar definitivo.
El pasado fin de semana, los dirigentes políticos estimularon a los porteadores privados que asumen los servicios fúnebres y de ambulancia, "cuando al principio ocultaron su participación y exigieron discreción para a evitar filtraciones indebidas en las redes sociales", ironizó un chofer refiriéndose a fotos del periódico Sierra Maestra.
La directora de ese medio estatal, Olga Thaureaux, reconoció que se están "viviendo realidades muy duras" y, luego de referirse la demora en los ingresos y otros problemas, dijo que el sector de la Salud "merece un pedestal y no críticas hirientes, desacreditadoras o mal intencionadas".
Pese a la amenaza del Decreto-Ley 35, que restringe la libertad de expresión en las redes sociales, los cubanos continúan denunciando el caos en las instituciones asistenciales.
Una trabajadora de la cadena Cubanacán reveló en la página en Facebook El Chago, que las camareras que laboran en la zona roja y tienen contacto directo con los pacientes hospitalizados en el hotel Sierra Mar "no cuentan con los productos de limpieza y desinfección necesarios para evitar el contagio".
En Santiago de Cuba la precariedad es tal que se han habilitado coches de caballos para dar el servicio de ambulancias.
Ramón Bolaños también recurrió a las redes sociales para denunciar la agonía que vivió su suegro, Erasmo Quintana Guerra, antes de morir en el hospital Saturnino Lora.
"Ahí estuvo grave de muerte, sin ninguna atención médica, por no existir cama en ese hospital; pero más que cama faltó sensibilidad humana y respetó por un ser humano", dijo Bolaños luego de explicar que su pariente estuvo 20 horas en un asiento antes de llegar a la sala de terapia intensiva, donde falleció minutos después.
Mientras se agudiza el tono de las denuncias, Lázaro Expósito, primer secretario del Partido Comunista en Santiago de Cuba, felicitó a los trabajadores de la fábrica local de gases industriales por producir diariamente 920 cilindros de oxígeno, cuando la capacidad de diseño de esa planta (con 34 años de explotación y una tecnología obsoleta) es a lo sumo de 250.
Esa noticia, además de generar falsas expectativas, despertó la suspicacia de los santiagueros, que desconfían de la calidad del oxígeno medicinal que se emplea en las salas de terapia intensiva de este y el resto de los territorios.
Sigan promoviendo y reciviendo tourists al gobierno cubano no le importa su pueblo, le interesa las fulas, son unos sing@os
Con el toque de queda todo el mundo se queda trancao en casa. Por tanto todo el mundo controlao.