'Cuando se acabe la pandemia, en Cuba no va a quedar nadie'

"Estoy loco porque que reabran los viajes para irme por donde sea: Nicaragua, Panamá, Guyana. Por donde se pueda", dice a DIARIO DE CUBA Daniel, un joven de 21 años que se dedica a trabajos eventuales desde hace un año, cuando terminó el Servicio Militar Activo.

"Mis dos hermanos y yo nos queremos ir. Ya nuestra madre está en Estados Unidos, ella se fue hace tres años por Panamá y estuvo en México más de un año. Pasó y ya está legalizándose y trabajando. Hasta se casó allá. Ahora nos va a dar el dinero para que los tres nos vayamos con ella. Aquí no hay vida, ni con remesas se halla qué comer ni lo que necesitas".

"Lo que nos frena es que no tenemos pasaporte y estamos esperando que la cosa mejore para poder sacarlo y que se pueda viajar. Esperamos que por Nicaragua sea posible y poder llegar a México sin muchos problemas. Estamos locos por irnos", aseguró.

En las calles cubanas abunda este tipo de comentarios. Quien no está esperando a que se acabe la cuarentena para emigrar tiene algún familiar o vecino que va a hacerlo.

Ulises, un emprendedor, lo ve como una oportunidad para invertir su dinero y obtener dividendos. "Esto siempre ha estado malo, pero con la Tarea Ordenamiento han terminado de convencer a la gente de irse", afirma. 

"Yo porque soy un gato y me le cuelo a todo. Ahora mismo, la gente le tiene miedo al dólar y yo estoy invirtiendo en dólares. Con la prohibición de cambiarlos en el banco, los estoy cogiendo hasta más baratos. Pretendo venderlos 20 o 30 pesos arriba cuando abran los vuelos y la gente comience a irse. Va a haber fiebre por comprar dólares, de eso no hay dudas", calcula.

"Pretendo venderlos e invertir enseguida en casas, motos, carros, cosas así, de mucho valor, que en ese momento bajarán, porque la gente tiene que vender rápido para 'pirarse'. Lo mío sube y lo de ellos baja, así multiplico mi ganancia. En poco tiempo cerrarán todo de nuevo para evitar que esto se vacíe, porque seguro los comunistas van a negociar con esos países para que cierren de nuevo. Ahí las cosas vuelven a coger su valor. Es un gran negocio, lo que hay es que tener paciencia", concluye con seguridad.

"Es una hemorragia de gente lo que quiere irse. Cuando se acabe la pandemia aquí en Cuba no va a quedar nadie. El Gobierno lo sabe, por eso puso las tiendas en MLC, porque los cuatro gatos que quedemos aquí viviremos de remesas", vaticina Ricardo Segura, un jubilado holguinero de la construcción que se dedica a revender cigarros y cuchillas de afeitar en la calle "para sobrevivir".

De los 11 nietos que tiene, Segura cuenta que solo tres quieren irse para Estados Unidos y sonríe con sarcasmo. "Los otros son menores de edad. Apenas cogen tamaño y de lo que hablan es de emigrar porque es lo que ven que funciona. Aquí uno está 'reventao' la vida entera y tiene que joderse hasta el último día para mal vivir". 

"Sin embargo, ves que cualquiera que parecía vago aquí se va y al poco tiempo viene como persona, y se da la buena vida trabajando fuera. Nadie es bobo, esto no sirve ni va a servir nunca. Y con la Tarea Ordenamiento esa le acabaron de poner la tapa al pomo. Si estuviera más joven, vendía mi casa y me perdía para cualquier país. Ya para mí es tarde, que aproveche la juventud y le venda el cajetín a esto mientras pueda", termina.

Emigrar se ha convertido en la única opción para un grupo cada vez mayor de cubanos en medio de la aguda crisis que vive el país desde hace tres años y que para muchos es el retorno del Periodo Especial. 

Cuba ha vivido varias oleadas migratorias en estas seis décadas de Revolución. La más reciente comenzó en 2015 por Centroamérica, y su etapa más crítica y mediática duró hasta 2017. Pero no ha concluido, tan solo se ha ralentizado por la pandemia y las regulaciones migratorias de la Administración Trump. Sin duda se reactivará apenas se restablezcan los vuelos.