Ambientalistas cubanos protestan por tala de árboles y las autoridades se agitan

En honor al Día del Árbol, celebrado el pasado 21 de marzo, y porque la tala ha cobrado auge en los últimos tiempos en Cuba, ambientalistas iniciaron una recogida de firmas para denunciar el fenómeno ante las autoridades del país.

La carta es promovida por los grupos de Facebook "Habana verde" y "El Vedado de Siempre" y ha sido dirigida a todas las instancias pertinentes, incluidos el Consejo de Estado y de Ministros.

"En los últimos años, y particularmente en los meses recientes, hemos constatado una escalada en la tala y poda excesivas de árboles en La Habana y al interior del país. Observamos que en muchos casos se incumple lo establecido por la Ley del Medio Ambiente (No. 81) y la Ley Forestal de Cuba (No. 85)", advierte la carta.  

En efecto, en los últimos años cubanos preocupados por el medio ambiente ven cómo desaparecen árboles de la ciudad sin explicación plausible, presumiblemente talados por Comunales, la entidad estatal encargada en el país de esos menesteres.  

Las causas del fenómeno aún son confusas. "Cada vez que se muda un nuevo rico a Miramar —comenta una activista dedicada a la reforestación que no quiso ser identificada— lo primero que hace es quitar el árbol de enfrente para que se vea la casa que acaba de arreglar".

Se ha especulado, incluso, que el problema es que ha aumentado la paga a los trabajadores de Comunales si talan árboles: "Rumor popular sobre un gran negocio en Comunales con la tala de árboles. Se debería investigar. Y rápido", escribe el usuario de Facebook que se identifica como Roberto Yepe. Puede tratarse de una moda, pero hasta ahora todo queda en el plano hipotético y valdría la pena una indagación seria.

Para sorpresa de todos, las autoridades han reaccionado velozmente. Sendos acuses de recibo se comprueban ya en la página de Habana Verde, a pesar de que la iniciativa cuenta con solo algunos cientos de firmas:

Planificación Física les escribe diciendo que "es muy importante su preocupación", y que consideran que "está bien enviada su carta al dirigirla al Citma" y que se les atenderá como es debido.

El animalista Javier Larrea, presidente de Bienestar Animal Cuba, mostró también la réplica de la Oficina de Atención a la Población del Consejo de Ministros, que muy formalmente les informa que "por indicación del presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, se le comunica que su asunto ha sido remitido al Ministerio de la Agricultura", y que esperara próxima notificación.

Esta diligencia de burócratas que durante décadas solo tienen para nosotros indiferencia y coartadas, sin dudas es sorprendente. No es imposible que la experiencia reciente de la lucha de los animalistas por una ley de protección animal los haya prevenido, y estén evitando que se repita que un grupo de la sociedad civil se organice solo y consiga rendirlos otra vez.