La Conselleria de Justicia de la Generalitat de Cataluña inició el miércoles las obras para abrir una fosa común en el cementerio de Montjuïc, en Barcelona, donde espera encontrar los restos del escritor y periodista Pablo de la Torriente Brau, que murió durante la Guerra Civil luchando del lado de los republicanos en Majadahonda, Madrid.
"Por la noche o cuando no había combate dedicaba una arenga a los rebeldes para hacerles entender que estaban en el bando equivocado y que lo que tenían que hacer era estar al lado de la Republica, pues era el régimen legitimo, y al lado de la clase obrera", explicó la consellera de Justicia, Ester Capella, en declaraciones a los medios de comunicación al iniciar la apertura de la fosa junto al concejal Marc Serra y al cónsul de Cuba en Barcelona, Alain González, reportó Europa Press.
Pablo de la Torriente, considerado "el héroe de Majadahonda", nació en Puerto Rico en 1901 pero creció y pasó buena parte de su vida en Cuba, donde escribió buena parte de su obra, que incluye "La isla de los 500 asesinatos", una serie de artículos que fueron la base de su libro Presidio Modelo, y Realengo 18.
Murió en España en 1936, adonde había viajado como corresponsal de las revistas New Masses, de Nueva York, y El Machete, de México. Durante su participación en el conflicto bélico, fue nombrado comisario de guerra y miembro del Estado Mayor del 109º Batallón de la 7ª División de las tropas republicanas.
Al morir, fue inicialmente enterrado en Madrid, y más tarde sus restos fueron trasladado a Barcelona con la intención de repatriarlo a Cuba en barco, lo que la guerra impidió.
Después de abrir la fosa, la Conselleria identificará los restos que encuentre usando muestras de ADN, que comparará con el de los familiares del poeta, "y en caso éxito el cuerpo volverá finalmente a Cuba, 85 años después de su muerte", explicó Capella.
La Generalitat, el Ayuntamiento y el Consulado de Cuba firmaron en 2018 un convenio para recuperar y repatriar los restos del escritor, y los trabajos empiezan con el inicio de la apertura de la fosa común donde probablemente está enterrado, que supondrá la primera exhumación en el cementerio de Montjuïc.
Serra señaló que este acto supone empezar "un acto de reparación, de justicia hacia la memoria democrática y a la memoria antifascista", y recordó que aún hay cerca de 4.000 represaliados del franquismo enterrados en fosas comunes o sin identificar por toda España.
En 1940 se publicó su libro Aventuras de un soldado desconocido cubano, obra inconclusa escrita en su segundo exilio de Nueva York.
Que pais!!!, los muertos retornan y los vivos nos vamos!
¿Pablo de la Torriente Brau? And who really cares?
Los hijos de puta comunistas hasta despues de muerto quieren reunirse,,,
Tampoco vale la pena condenar taxativamente a Pablo de la Torriente, el corresponsal de guerra devenido comisario y muerto en combate a los 35 años en las trincheras de Majadahonda, apenas tres meses después de su llegada a España. El malogrado narrador y cronista no rebasó la edad romántica. No sobrevivió a la guerra civil ni dispuso de tiempo para reflexionar sobre sus falsedades y excesos sanguinarios. Fue un hijo de su tiempo y, como tal, vivió y murió bajo el signo de una época en que muchos intelectuales creían como artículo de fe que la esclavitud al estilo soviético era el súmmum de la felicidad proletaria. Más que someter su figura al juicio a posteriori, lo que más interesa es señalar ese doble rasero moral que ha llevado a tantos a condenar la más mínima injusticia bajo el capitalismo mientras justifican y respaldan las tropelías del terror revolucionario. Hoy el del régimen castrista, como ayer el de aquella república sectaria y al final totalitaria de unos contra otros.
Se va a salvar Victor Casaus (pésimo poeta) que lleva tiempo viviendo de este muerto
Gran oportunidad para arrollar detrás del muerto cantando: " Oe , Poesía p...ga"
La necrofilia de Pablo de la Torriente
“He tenido una idea maravillosa, me voy a España, a la revolución española”, escribía Pablo de la Torriente Brau en carta fechada en Nueva York el 6 de agosto de 1936. Y poco después se embarcaba rumbo a la España republicana para “ser arrastrado por el gran río de la revolución. A ver un pueblo en lucha... A contemplar incendios y fusilamientos. A estar junto al gran remolino silencioso de la muerte....”.
Cuando leí por primera vez sus cartas y crónicas sobre la Guerra Civil española en mi ya lejana adolescencia no sentí el amargo sabor de boca que ahora me deja. El cronista parece tragarse el mundo con su aventurerismo militante, pero en un par de líneas da un giro macabro y cae en el culto a la muerte propio de la necrofilia revolucionaria. Ahora me chirría.
Si mandan los restos para Cuba igual termina siendo parte de algún ritual de santería o brujería. ¡Qué manía de no dejar a los muertos en paz!
Cuba exporta la necromancia ...
Miren el funeral de Aristobulo Isturiz en la provincia cubana de Venezuela ....
https://www.lapatilla.com/2…
Si yo fuera este comuñanga diría como dicen ellos pa ya ni pa coger impulso que el COVID está con rabia y sin vacunar y al seguro me vuelvo a morir , mándenme para Puerto Rico ?? o yes.
Esto es inaudito. La izquierda española no sabe perder. Que si memoria historica, que si ley de nietos, que si pan que si vino. Joder, ahora quieren ganar las guerras en las que les patearon el trasero. Dejen los muertos en paz.
La necromancia del Partido de Cuatreros Cubanos en acción, no es solo morbosa ... es parte de rituales para conservar el magro poder que les queda ... Inaudito que quienes ayer se declaraban ateos convencidos, hoy se hayan convertido en "Jurunga Muertos" ....
Que no dejen que lo manden pa allá. Aquello está en candela!