En el año en que debe aprobarse el nuevo Código de la Familia, el Gobierno no ha adelantado nada sobre esa norma que, dentro del cronograma legislativo, será la única sometida a referendo por mandato constitucional. Sin embargo, una mirada a los Anuarios Demográficos de 2018 y 2019 muestra la urgencia de un nuevo Código que aclare las formas de constituir el matrimonio, y no solo por la posibilidad de que las personas del mismo sexo puedan casarse.
En 2018 se celebraron en Cuba 58.070 matrimonios. De las personas que contrajeron nupcias, 1.025 tenían edades comprendidas entre 14 y 17 años: 88 niños y 937 niñas. De estas últimas, 170 eran menores de 15 años.
En 2019, según el Anuario Demográfico de ese año, hubo en Cuba 60.153 matrimonios, contando los de 106 niños y 918 niñas de 14 a 17 años. De ellas, 159 eran menores de 15 años.
Según la UNICEF "El matrimonio infantil, o el matrimonio que se contrae antes de cumplir 18 años, constituye una violación de los derechos humanos".
Las razones del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia para considerar el matrimonio infantil como una violación de los derechos de los niños son que este vínculo puede significar "toda una vida de sufrimiento. Las niñas que se casan antes de cumplir 18 años tienen menos posibilidades de seguir yendo a la escuela y más posibilidades de ser víctimas de violencia en el hogar", señala.
Por otra parte, las estadísticas permiten a la organización afirmar que "las niñas adolescentes tienen más probabilidades de morir a causa de complicaciones durante el embarazo y el parto que las mujeres de entre 20 y 30 años, y es más probable que sus hijos nazcan muertos o mueran en su primer mes de vida".
Las leyes de Cuba fijan en 18 años la edad mínima para casarse, pero permiten, de manera excepcional y previa autorización de los padres o tutores legales, que contraigan matrimonio las niñas a partir de 14 años y los niños a partir de 16.
El adulto que se casa con una niña podría estar evadiendo la cárcel por delito de estupro.
¿Qué circunstancias excepcionales justifican que personas menores de edad contraigan matrimonio? El vigente Código de Familia no las aclara. Podríamos suponer que la menor salió embarazada y los tutores legales ven la necesidad de que se case, pero en Cuba no es requisito que los progenitores estén casados para que su hijo sea reconocido legalmente.
Por otra parte, el hombre adulto que se casa con una niña entre 14 y 16 años podría estar evadiendo la responsabilidad penal por el delito de estupro. El artículo 305 del actual Código Penal plantea "el que tenga relación sexual con mujer soltera mayor de 12 años y menor de 16, empleando abuso de autoridad o engaño, incurre en sanción de privación de libertad de tres meses a un año".
Aunque los padres hayan dado su aprobación por escrito, por ley el notario debe emitir un juicio de capacidad, para garantizar que la persona menor no llega al matrimonio obligada ni coaccionada, ni siquiera por sus padres. ¿Pero puede realmente el notario percatarse de que ha habido coacción o amenaza? Incluso si puede dar fe de que el contrayente menor de edad se casa por voluntad propia, ¿cómo puede garantizar que tiene la madurez necesaria para asumir el rol de esposa o de esposo?
¿Qué pasa si uno de los tutores legales o ambos se niegan a consentir que su hijo o hija menor de edad se case? El Código de Familia cubano da la posibilidad a la pareja de recurrir a un tribunal para que sea este el que autorice la boda.
Pese a que el Estado cubano se ufana de proteger los derechos de la infancia, apenas pone obstáculos a la formalización de estas uniones que obligan a los menores a asumir roles de adultos y les impiden, o al menos dificultan, la posibilidad de continuar estudiando.
Aunque la UNICEF hace hincapié en los efectos negativos para las niñas de casarse antes de los 18 años, establece para ambos sexos la misma edad. En Cuba, las niñas pueden casarse a partir de los 14, mientras que los niños pueden hacerlo a partir de los 16.
Existe el mito de que las mujeres maduran más rápido sexualmente y, por tanto, también desde el punto de vista psíquico. El hecho de que las niñas menstrúen a las 11 o 12 años, algunas incluso a los 10, se ha utilizado para justificar y promover que tengan relaciones sexuales a edades tempranas. Si ya pueden quedarse embarazadas, significa que están "aptas" para el sexo. Y como los niños tardan más en madurar, "mejor" que las niñas tengan relaciones con varones mayores que ellas, a menudo adultos.
Una revisión más detenida de los Anuarios Demográficos muestra que en 2018 un niño de 14 años (en segundas nupcias) y tres de 15 contrajeron matrimonio. De acuerdo a las leyes cubanas, los cuatro matrimonios serían nulos y un tribunal podría determinarlo así.
Pero estas cifras contrastan con las de niñas casadas en esas edades: 36 de 14 años y 134 de 15. En las siguientes edades, hasta 17 años, el número de niñas casadas también es siete y hasta 11 veces mayor que el de niños.
Una situación similar se constata en 2019. De las 918 niñas que se casaron en Cuba ese año, 34 tenían 14 años y 125 tenían 15. De las 305 que contrajeron matrimonio a los 16 años, dos lo hacían por segunda vez. De las 454 de 17 años que se casaron, seis ya habían estado en un matrimonio. El número de niñas casadas fue casi nueve veces mayor que el de niños (106). Uno de ellos tenía solo 15 años, lo que viola incluso el obsoleto Código de Familia vigente en el país.
El Código de Familia cubano data de 1975, fecha en que se intentó brindar protección legal mediante el matrimonio a muchachas en desventaja social, que empezaban a tener relaciones sexuales y descendencia a edades muy tempranas. En la actualidad, además de atrasado, resulta discriminatorio para las niñas.
"Aptas" para casarse, pero no para tener independencia económica
¿Con qué medios de subsistencia cuentan estos menores de edad que contraen matrimonio? ¿Pueden trabajar para mantenerse? No todos. El Código de Trabajo cubano fija la edad laboral a partir de 17 años y solo en casos excepcionales a partir de los 15. Nunca antes de esta edad. Cualquier contrato laboral a una persona menor de 15 años sería ilegal.
Por tanto, el cónyuge menor de 15 años, al que sus padres no quieran mantener porque ha contraído matrimonio, queda en una situación de dependencia económica con respecto a su esposo o esposa. Si el anuario estadístico muestra que solo un hombre de 14 años se casó en 2018, en contraste con las 36 niñas que lo hicieron, ¿la mayoría de esas niñas, o todas, se casaron con hombres adultos y dependen de ellos económicamente? Incluso a las que tienen edad legal para trabajar, sus maridos podrían impedírselo.
El Gobierno cubano ya ha tardado demasiado en reemplazar un Código de Familia que tiene más de cuatro décadas. Por mandato constitucional, dicha norma debía aprobarse en dos años, a partir de que entró en vigor la nueva Carta Magna, en abril de 2019. La pandemia de Covid-19 ha servido de pretexto para posponer su discusión y aprobación el año pasado, pero un nuevo retraso estaría incumpliendo ese plazo, que vence en abril de 2021.
La madre de un amigo mio se caso con 14 años con un hombre de de 30,ahora la pobre aqui en USA esta cambiando pampers a un viejo pederasta y cagalitroso padre de otros hijos de un anterior matrimonio.Pudo haber estudiado ,pero en Cuba la moral de que si el hombre tiene dinero es buen partido.El dogma de que la edad no importa a la hora de escoger pareja nos lastra,sobre todo en las regiones del campo cubano.No hablemos de los gallegos e italianos cazadores de feminas noviles en el coto antillano.
Estos salvajes van siempre ''contra todas las banderas...''