Las ventas de garaje son desde hace algún tiempo una alternativa a la que recurren jóvenes cubanos para conseguir ingresos. Inspiradas en las Garages Sales frecuentes en ciudades norteamericanas, se han convertido en una entrada económica para muchos jóvenes, mayormente universitarios, y una opción para personas de todas las edades para conseguir, principalmente, ropa y calzado a precios que no sobrepasan los 10CUC.
Estas ventas tienen una mayor incidencia en La Habana. En El Vedado es donde más frecuentemente se observa esta práctica, quizás por ser una de las barriadas más céntricas de la capital.
Quienes organizan estas ventas usan mayormente las redes sociales y las nuevas tecnologías para promocionarlas. Plataformas como WhatsApp o Telegram alojan los anuncios mediante los estados o determinados canales. Generalmente suelen comenzar sobre las 10:00AM, después que todo el producto está organizado, y terminan a las 6:00PM.
"Nuestra primera venta de garaje la hicimos el 18 de junio de 2019. Comenzamos cinco amigas de la escuela con la idea de recoger toda prenda de familiares y amigos que no utilizaran. Primeramente, la finalidad fue económica, pero luego fuimos dándonos cuenta de la gran posibilidad que le brindábamos a las personas que adquirían estas prendas de segunda mano, a un precio factible. Fuimos tomándolo más como una labor social", dice a DIARIO DE CUBA Diana Hernández, una joven estudiante de Medicina.
Hernández y sus amigas recuerdan su primera venta. "Un muchacho entró, recogió un pulóver que costaba 50 pesos, suspiró y dijo: 'desde cuándo no me compraba un pulóver'".
"Tuvimos reacciones de agradecimiento de todo el que pasaba por ahí y eso fue también satisfaciéndonos espiritualmente", dice Hernández.
Estas ventas de garaje cobraron auge con la agudización del desabastecimiento imperante en la Isla. Con la crisis producida por la pandemia y el distanciamiento social han adquirido mayor organización en grupos de WhatsApp y las personas recurren a los servicios a domicilio.
Dainary Nápoles asegura que en estos tiempos se ha comprado muchas cosas por grupos de venta y también ha vendido otras.
"Realmente en Cuba no había mucha cultura de servicios a domicilio, a mi antes me decían servicio a domicilio y decía que no, pero ahora es diferente", dice.
Mientras conversa con DIARIO DE CUBA, Nápoles afirma que una muchacha del Mariel la ha contactado para comprarle algunas cosas. "Esta clienta ya había contactado con otros vendedores para aprovechar el mismo viaje", añade.
"Estas ventas me han sido bastante útiles para ganar algún dinero con las cosas que no uso y poder utilizarlo para comprarme otras que me gusten más. Como aquí es tan complicado comprarse ropa, más ahora que no hay salida del país, esta opción ha sido muy provechosa", dice.
Como lo cuentan sus protagonistas, las ventas de garaje, el incremento del uso del internet y los grupos de Whatsap han sido muy productivos para potenciar pequeños negocios especializados en servicios. A pesar de la situación, se han mantenido trabajando y ofertando productos. Han logrado sortear otros temas como la transportación y la movilidad por la ciudad.
Deja que se les tire la PNR y los inspectores por " actividad económica ilícita", sabemos como funciona todo en la isla cárcel...
Ventas de solar porque GARAJES, no hay.