El Sistema Informativo de la Televisión Cubana se refirió en la tarde de este 19 de febrero a la reunión entre un grupo de animalistas y funcionarios del Ministerio de Agricultura (MINAGRI) en términos positivos. Al referirse al hecho, lo hicieron ver como una especie de ejemplo de lo "dialogante" que puede ser el Gobierno cubano si se accede a él "por las vías correctas".
El régimen, una vez más, ha demostrado que puede administrar y calificar las exigencias de la sociedad civil a su antojo y conveniencia. Su estrategia se basa en fragmentar a golpe de represión a esa sociedad civil de acuerdo a cuán peligrosos pueden ser algunos para la perpetuación del sistema totalitario, y luego dar la imagen maniquea de quienes quieren realmente un diálogo y quienes no.
El tratamiento mediático de los medios oficiales a los animalistas busca ser, de cierta forma, ejemplarizante. Sin embargo, omitió unos cuántos detalles que desmoronan su discurso.
Si bien es cierto que los grupos animalistas han tenido un "trato diferenciado" respecto a otros grupos como el 27N y el Movimiento San Isidro, la lucha de los primeros por una Ley de Bienestar Animal no ha estado exenta de dificultadas creadas por el propio Gobierno. Varios protectores de animales, por ejemplo, han denunciado ser víctimas de ciberacoso. Incluso, en una ocasión el propio Miguel Díaz-Canel llegó a decir que el problema del maltrato animal era un "posible disenso" magnificado por "el enemigo".
Los medios oficiales catalogaron la reunión entre animalistas y funcionarios del MINAGRI como una "evidencia del empeño del Gobierno y el Estado cubano por dar participación a la población en la construcción de políticas públicas". Sin embargo, evitaron decir que el "ambiente de respeto y comprensión" del encuentro fue también un ambiente de cerco policial y de clásica confrontación.
La activista Keila Torres Pérez, presente en la reunión, describió en sus redes sociales cómo los animalistas fueron fotografiados por sospechosos "civiles". También se reportó como detenida por la policía a la ciudadana Merlyn Cruz Acosta, por supuestamente no querer abandonar la posición de protesta.
Durante la pequeña protesta que antecedió al encuentro, el periodista independiente Héctor Luis Valdés Cocho fue detenido por agentes de la Seguridad del Estado que ni siquiera se identificaron y, a la fuerza, le arrebataron el teléfono móvil. En esos instantes, varios de los trabajadores del MINAGRI le gritaban a los activistas "contrarrevolucionarios", a la vez que pedían que les quitaran sus teléfonos.
Ante una sociedad civil más organizada y con conciencia política, la respuesta del Gobierno cubano parece evolucionar de la clásica división entre "mercenarios" y "revolucionarios" a "mercenarios" y "dialogantes". La Ley de Bienestar Animal, por su parte, se publicará antes de finalizar febrero y el régimen se habrá anotado una victoria basada en manipulaciones, omisiones y mala memoria.
Los cojieron DDC. No ven que son blancos rubios bien comidos y bien vestidos y con papeles con cartel de oficina?
La libra de perro esta a 30 pesos y vivo en zoonosis de 50 pa arriba.
La oligarquía castrista es pragmática en lo que a la semántica rspecta. Cuando ve que algunos epítetos ya no asustan a nadie, porque no tienen fundamentos que lo sostenga, prueban otros. De ahí, de "mercenarios y finaciados por el imperio", pasaron a "ataques a la revolución". Pero para esta generación de celulares y redes sociales la "revolución" es una entelequia de consignas que no responden ni reflejan la realidad de la Isla.
Nadie se cree que con esos cartelitos sacados de un plotter estatal, los segurosos controlando afuera y la TV cubana convocada previamente y lista adentro del ministerio para filmar, eso haya sido "espontáneo".
Los animalistas son unos zopencos que se han prestado para lavarle la cara a la dictadura de la pifia del ministro karateca con el N27.