La ministra de Trabajo y Seguridad Social de Cuba, Marta Elena Feitó, dejó entrever este lunes, en el espacio Mesa Redonda, de la televisión estatal, que los precios de las comidas en el Sistema de Atención a la Familia (SAF) se quedarán como están, pese a las quejas de jubilados y asistenciados.
"Los precios oscilan entre ocho y 13 pesos. Eso es lo que está establecido", dijo Feitó.
La funcionaria reconoció que los ancianos dejaron de ir a los comedores públicos, en los que antes de la Tarea Ordenamiento pagaban un peso por las comidas, y comentó que un grupo del Ministerio de Comercio Interior (MINCIN) está revisando la situación en los alimentos, "que requieren de calidad en lo que se esté ofertando".
En algunas provincias, como Granma, el precio de la comida del SAF llegó a los 17 pesos y la calidad continuó siendo pésima. En Santiago de Cuba llegó a costar 26 pesos (almuerzo más comida).
"Lo de las comidas es un atraco, pues además de lo que le roban a las raciones, una posta de pollo la cortan en tres pedacitos y el picadillo son tres granitos con agua; está mal elaborada, sin especies, ni grasa, son unos ladrones", dijo Perucho, de 55 años, jubilado por una discapacidad, a DIARIO DE CUBA.
"Lo que no puede pasar es que alguna de estas personas no vaya porque tiene un alto precio y entonces no almuerce o no coma. A esa persona hay que protegerla (...) Lo que queremos es que todos los adultos mayores, que estaban asistiendo al SAF, continúen asistiendo", dijo Feitó, quien sostuvo que "si es insolvente económicamente, la asistencia social puede asumir ese gasto".
Sin embargo, la funcionaria relativizó la responsabilidad del Estado, diciendo que el Sistema de Atención a la Familia "no es un servicio dirigido a las personas con insuficiencia de ingresos. Está dirigido a personas que tienen limitaciones para elaborar los alimentos de manera independiente".
"Hay pensionados de la Seguridad Social que son solventes económicamente, hay beneficiarios de la asistencia social, hay embarazadas. Eso es una protección que se brinda porque existen personas mayores a las que les cuesta trabajo cocinar, no ven bien, se queman, viven solos", afirmó.
En Cuba, 76.810 personas asisten a los comedores del SAF y 12.018 son subsidiados por la Seguridad Social, según los datos oficiales.
Marino Murillo, el jefe de los ajustes económicos del Gobierno, justificó en el mismo espacio de la televisión estatal que la subida de las pensiones mínimas (1.528 pesos) se quede por debajo del salario mínimo (2.100 pesos), pese al aumento de los precios. "No todo puede ser responsabilidad del Estado cubano. Tiene que haber también una responsabilidad de la familia", dijo.
Roberto González Hernández, un jubilado cubano, respondió al dirigente, en los comentarios de la página oficialista Cubadebate, que "nosotros trabajamos para no necesitar ser protegidos y aportamos a la sociedad lo suficiente (...) Hemos perdido poder adquisitivo y no es justo".
El economista Roberto Álvarez Quiñones opinó en DDC que el reordenamiento económico es "la peor terapia de choque 'neoliberal' que se ha aplicado nunca en América (...) La revolución 'de los humildes y para los humildes' proclamada por Fidel Castro en 1961 siempre fue un gran embuste, pero ahora lo es aún más con el neoliberalismo 'revolucionario' y 'socialista'"
Esta gentuza ya no sabe qué hacer para arreglar la economía de manera que ellos sigan con el control absoluto de las riquezas. Van de un disparate a otro, y lo pérfido es que saben que cada „invento“ no funcionará por cuestiones que son obvias: Se puede elevar los precios, siempre y cuando el mercado sea libre y dinâmico y donde existe la autoregulación de la oferta y la demanda.
¿Pero a quién se le ocurre elevar los precios en un país donde no se produce nada, se importa todo y tiene una enorme deuda ?