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Covid-19

La vacunación contra el Covid-19 en Latinoamérica y Cuba

¿Cuáles gobiernos lo están haciendo bien y cuáles no tanto, y qué pasa en La Habana?

La Habana
Un técnico vacuna un modelo de la Tierra.
Un técnico vacuna un modelo de la Tierra. RTVE.ES

Los planes de vacunación contra el Covid-19 informarán no solo del poder económico de los países, sino de la eficiente gestión de los gobiernos. En el primer departamento, los países de América Latina estarían a la saga de aquellos considerados de "mayores ingresos", los que, según The New York Times, han reservado ya más de la mitad de la producción de vacunas del próximo año. Sin embargo, no todo es desencanto para una región en la que algunos estados han logrado avanzar en la tarea de inmunizar. Operación que requirió, sobre todo al principio, la agilidad de un corredor de bolsa.

Para tener la vacuna correcta en las manos hoy, no se necesitó solo el dinero para comprarla, sino la capacidad de predecir cuál fármaco sería aprobado primero y reservarlo. Así, quienes apostaron por la alemana Pfizer antes que por la estadounidense Moderna o la inglesa AstraZeneca, han ganado el juego del buen comienzo —un rigor bursátil que, por cierto, no perdonó a nadie: el mismísimo Estados Unidos no recibirá unos deseados 100 millones de dosis de Pfizer hasta junio, pues no los pagó a tiempo.

A la cabeza de nuestra región se encuentran ilustremente Chile y Costa Rica, México y Argentina. El primero ha sido destacado como uno de los diez primeros "países de altos ingresos" que ya han garantizado el fármaco que necesita el 100% de su población. En Navidad empezó a vacunar.

Le sigue Costa Rica, que espera haber vacunado en 2021 al 80% de su población adulta, después de una buena gestión con Pfizer- BioNTech, con la iniciativa de la OMS Covax y un buen pronóstico con AstraZeneca.

México fue el primer país de la región en vacunar, dando el golpe noticioso. Sin embargo, según expertos, no está completamente preparado para la compleja logística que exigen las vacunes actuales —la necesidad de supercongeladores, de un personal capacitado para su manejo, etc—. Un cálculo elemental dicta que, para inmunizar en un año a los 90 millones de adultos mexicanos, se requerirá administrar 300.000 dosis diarias. México ha comprado a Pfizer más de 34 millones de dosis y apuesta por otros laboratorios, como la china CanSino, AstraZeneca y la farmacéutica Janssen, que empezó sus ensayos clínicos en el país. El presidente Andrés Manuel López Obrador ha dicho, al igual que sus homólogos de la región, que la vacuna será gratuita porque es un derecho.

Argentina, por su parte, logró incorporarse a última hora al grupo de los avanzados: tras haber apostado por la vacuna de Oxford en lugar de por la alemana, y tras una mala negociación con Pfizer, la administración resolvió comprar la vacuna rusa Sputnik V, más barata y envuelta en un halo de incertidumbre. El presidente Alberto Fernández pidió confianza a sus coterráneos y, ciertamente, según la manera en que navegue el país sureño, muchos otros decidirán si embarcarse, por fin, con la Sputnik.

Los gobiernos de Panamá y Colombia comenzarán a vacunar en el primer semestre de 2021. El primero tampoco lo ha hecho mal. Aunque iniciarán más tarde, han firmado con los distribuidores contratos que garantizarían vacunar a alrededor el 80% de la población de manera escalonada. Esperarán por AstraZeneca, por la Johnson and Johnson y por Pfizer, cuando pueda más adelante. También planean en el istmo recibir ayudar de la iniciativa Covax de la ONU.

Colombia, que tenía conversaciones con Pfizer desde junio de 2020, terminó firmando el contrato en diciembre, al igual que con AstraZeneca. Esto, sumado a la ayuda del mecanismo Covax de las Naciones Unidas y otras gestiones, les dará para inmunizar a casi toda la población en 2021, según promete el Gobierno de Iván Duque.

Entre los retrasados del pelotón se encuentra el resto de países. Perú y Uruguay todavía no concretan sus acuerdos de compra. Venezuela decidió el 29 de diciembre firmar un contrato con los rusos (parece que no van a esperar por Cuba) para que le vendan 10 millones de dosis.

Brasil, por su lado, es un buen ejemplo de cómo la capacidad financiera no basta para garantizar el bienestar de los ciudadanos: también hay que tener un gobierno capaz. En Brasilia la vacuna se ha convertido más en un elemento del juego político que en una cuestión de crisis sanitaria. El presidente Bolsonaro apoya a la retrasada vacuna de Oxford AstraZeneca, mientras deplora a los chinos y su Sinovac. Oportunidad que ha aprovechado el gobernador de Sao Pablo, su rival político, para negociar directamente con el laboratorio chino, fuertemente cuestionado debido a su falta de transparencia. Mandatos de la Corte Suprema brasileña para que la vacunación sea obligatoria, rechazo del presidente a vacunarse él mismo y hasta teorías de la conspiración que evocan el famoso chip que nos introducirá Bill Gates, componen hoy el juego que perjudica la vida de los brasileños.

La Organización Panamericana de la Salud, por su parte, ha elegido a los diez países más pobres de Latinoamérica para financiar completamente su vacunación. Estos son Bolivia, República Dominicana, El Salvador, Granada, Guyana, Haití, Honduras, Nicaragua, Santa Lucía y San Vicente y las Granadinas. Se espera que la campaña comience en los próximos meses.

Queda Cuba, que, como siempre, ha asumido una posición excepcional en la región y hasta en el mundo. El régimen no ha comprado nada y, en cambio, apuesta por una vacuna propia, la Soberana. De alguna manera, promete que en solo seis meses la Soberana 02 pasará de la fase II a la tercera, su eficacia se comprobará en más de 150.000 cubanos y otros tantos extranjeros, tendrá buenos resultados y, para junio de 2021, ya estará inmunizando a la población.

La realidad, sin embargo, bien pudiera resultar en que Cuba sea el último país del área en vacunar.

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2 comentarios

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Lo que tienen que darles es carne,pescado buenos, potajes con to los hierros etc etc que con eso resuelven las defensas bajas y los anticuerpos reciben refuerzos que vacuna ni vacuna los cubanos los cogieron de conejillo de india y no lo saben

Sin dudas CUBA será uno de los últimos países en vacunar a su población , contando conque la vacuna nacional ''Soberana'' SIRVA , cosa que muchos dudan por el pobre desempeño de este país en la biotécnica y farmacología DE AVANZADAS por no contar con los recursos necesarios para hacerlo.
Eso SÍ , sus máximos dirigentes pronto -si ya no lo están- se vacunarán con la mejor del mundo porque para eso SÍ tienen dinero.