Campesinos y 'cuentapropistas' cubanos de bajos ingresos temen quedar desprotegidos tras la eliminación de subsidios

Al parecer, el Gobierno cubano cree algo generalizado el enriquecimiento de trabajadores del sector privado y campesinos debido, por un lado, a los altos precios de los productos en los mercados y, por otro, a que vemos "boteros" con cadenas de oro que abren una riñonera atascada de billetes para dar el vuelto. Pero la realidad es que no todos los emprendedores son tan exitosos ni trabajan en sectores igual de lucrativos. Al menos, no al punto de acumular dinero o tener una gran solvencia.

Un porcentaje significativo gana apenas para vivir al día, y eso contando con el sistema actual de subsidios. El Gobierno lo sabe porque tiene la información de la Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT) sobre los ingresos personales.

Ante la inminente puesta en marcha de la llamada "Tarea Ordenamiento" para la unificación monetaria, existe gran temor y desconcierto en la parte del sector privado que podría quedar en una situación económica muy precaria.

"No sé qué voy a hacer cuando hagan el cambio de dinero", dice Reynier, un cochero de Mayarí. "Para hacer 100 pesos diarios cocheando uno pasa trabajo y hay que gastar en muchas cosas: la licencia, la piquera, el curso de tránsito, reparaciones del coche a cada rato porque se desarma con los baches, herrar los caballos, los sacos de yerba, la miel… Cuando vienes a ver te quedas mensualmente con unos 2.000 pesos. ¡Eso es apenas un salario de los mejorcitos de ahora!".

"Más o menos alcanza porque los mandados (canasta alimenticia subsidiada) cuestan poco. Por ejemplo, yo tengo tres hijos y a mi mujer. Somos cinco personas y con poco más de 100 pesos compro lo que viene a la bodega. Aunque me da solo para unos días, me queda la otra parte del dinero que gano para resolver lo demás. Y así sobrevivimos. Pero si vienen los precios altos como dicen, necesitaré los 2.000 pesos que gano al mes nada más para eso. ¿Y el resto cómo lo compro? ¿De qué vivo entonces?

"Aunque nos dejen subir el pasaje" luego de la unificación monetaria, "¿con qué compro el día primero (del mes en que comience el cambio), si dicen que los mandados vienen caros ya?", se pregunta. "A los obreros del Estado le van a adelantar 1.000 pesos para que puedan comprarlos, pero los cuentapropistas que no ganamos suficiente dinero para guardar, ¿qué hacemos?".

Los mismos temores tiene Ángel, quien maneja un bicitaxi. "Lo que hago no me da para ahorrar. Con una mano cojo el dinero y por la otra se me va. Gano 100, 120 o cuanto más 150 pesos en un día bueno, eso es una bobería. Cuando una libra de carne de puerco o una cerveza cuestan 50 pesos, una libra de arroz 25 pesos, y así todo, no hay plata que dure ni que se pueda guardar".

El caso de los campesinos pobres es también preocupante. No todos se han enriquecido, como cree el Gobierno. Muchos se verán afectados por la modificación de precios de la canasta normada.

Generalmente agricultores ganan dinero una o dos veces al año, cuando entregan las cosechas a Acopio, y deben ser muy ahorrativos para no quedarse sin nada en "el tiempo muerto", mientras siembran y atienden los cultivos. La mayoría ha planificado sus finanzas familiares con los precios actuales, por lo que muchos no podrán enfrentar el nuevo costo que pretenden establecer las autoridades.

"A veces no tengo dinero ni para comprar los mandados con el precio de ahora, que es poca cosa. Cuando sea esa bola de pesos que dicen que va a costar, no sé qué voy a hacer", comenta Carlos, un campesino del valle mayaricero. "Espero que suban también los precios del tabaco y la vianda que entregamos, para que podamos tener con qué pagar. Pero mientras tanto, ¿cómo compro la comida?".

"Hace poco cobramos el tabaco de este año por el precio actual. ¿Cómo nos van a vender con otro precio a nosotros antes de que nos suban los productos que vendemos y los cobremos? A los obreros les pagan mensual y les van a dar un adelanto porque, según dicen, lo que le suben a la comida se lo suben al salario. A ellos no les afecta, pero a nosotros sí".

Estas son las muy justificadas inquietudes del sector privado. En las explicaciones sobre la Tarea Ordenamiento no ha habido ninguna proyección sobre sus particularidades económicas. A pesar de que los conductores oficiales de estas transformaciones aseveran que "nadie quedará desamparado", hasta ahora las señales de apoyo se refieran principalmente al sector estatal.