Los presuntos miembros de Clandestinos, el grupo que en los primeros días de este año bañó de sangre bustos de José Martí y llamó a actuar contra la "dictadura", serán condenados por delitos comunes.
Eso muestra el proceso contra uno de los detenidos por las autoridades, Panter Rodríguez Baró, con cuya madre, Esther Baró Carrillo, habló DIARIO DE CUBA.
Rodríguez Baró está acusado de "daños y tráfico de drogas", y espera juicio en la cárcel habanera Combinado del Este. En la misma situación podría estar Yoel Prieto Tamayo, explicó la mujer.
"A mi hijo se lo llevan detenido para Villa Marista el 6 de enero, luego de que registraran toda la casa (…). Lo único que hallaron fueron dos tanquetas de sangre de cerdo en el garaje que está fuera de la casa y unas laticas con rastro de algo que el (Departamento Técnico de Investigaciones) DTI dijo después que era droga, pero que a nosotros, la familia, no nos consta que así sea", dijo Baró Carrillo.
"Mi hijo estuvo detenido un mes en Villa Marista, luego dos meses en la prisión de 100 y Aldabó, y de ahí se lo llevan para la zona 47, área de máxima seguridad de la prisión del Combinado del Este, un lugar donde no debería estar", añadió.
"Por ese supuesto delito (daños) no le corresponde estar en una celda con ese nivel de seguridad, algo que han reconocido las autoridades carcelarias, pero de ahí no lo sacan", se quejó la madre.
"En un primer momento, tanto a mi hijo Panter como a Yoel los querían acusar solamente del delito de 'daños al patrimonio cultural'; pero por ese supuesto delito la condena sería menor, por eso sumaron a la causa el delito de tráfico de drogas, que tiene una condena de más años", aseguró la mujer.
"Mi hijo reconoció que es consumidor de marihuana, pero no traficante, por lo cual la pena, de existir, no puede ser igual", consideró.
En Cuba son ilegales todas las drogas, incluida la marihuana, y el Código Penal establece duras penas tanto para el tráfico (hasta ocho años) como para el consumo (hasta dos años).
Según establece la Ley de Procedimiento Penal, lo máximo que puede durar un proceso de instrucción son 180 días y, en casos excepcionales, con previa aprobación del juez, extenderse un poco más de tiempo. Si el proceso se extiende más tiempo sin causa justificada, las autoridades estarían violando los términos; pero ahora, con la paralización de la actividad judicial producto de la pandemia de Covid-19, el Gobierno tiene la coartada perfecta para mantener en prisión provisional a muchos reclusos más allá de lo establecido, dijo a DIARIO DE CUBA el abogado independiente Julio Ferrer Tamayo al consultársele sobre el caso.
Baró Carrillo criticó las condiciones en que se encuentra su hijo en prisión. "Le quitan el colchón de dormir por el día y solo se lo entregan en la noche, le mantienen la luz encendida todo el día", criticó.
Aseguró que Panter Rodríguez "no se arrepiente de las acciones que hizo y ha dejado claro a las autoridades su desacuerdo con el Gobierno".
Baró Carrillo dijo que su hijo fue detenido el 6 de enero. Las autoridades cubanas informaron del arresto de Panter Rodríguez Baró, de 44 años, y a Yoel Prieto Tamayo, de 29, el 8 de enero y los mostraron en la televisión estatal casi 15 días después.
El reporte televisivo mencionó como presuntos cómplices de Rodríguez y Prieto a Guillermo Mendoza Torroella y Jorge Ernesto Pérez García, ambos también detenidos en La Habana.
El régimen acusó asimismo a la activista Ana Olema, residente en Miami, de pagar al grupo para manchar bustos de Martí y vallas propagandísticas, y afirmó que ese dinero provenía del Gobierno de Estados Unidos.
Es práctica habitual del régimen cubano calificar las acciones en su contra como pagadas por Washington.
Clandestinos se dio a conocer el 2 de enero, con las primeras imágenes de los bustos manchados de sangre y mensajes en redes sociales en los que llamaba al cambio.
Pese a la detención de Rodríguez, Prieto, Mendoza y Pérez, a lo largo de enero se siguieron reportando hechos semejantes en varias provincias del país, además de respuestas a convocatorias como la de "marcarle la puerta a un chivato", por ejemplo.
El Gobierno organizó "actos de repudio" incluso en escuelas para responder a las acciones de Clandestinos.
Las acciones del grupo, que tuvieron un amplio seguimiento en las redes sociales y suscitaron polémica incluso dentro de la oposición cubana, se apagaron antes de que terminara enero.
Esos son del G-2 que los cogieron para armar ruido,,,,,como si los cubanos no conocieran las estrategias del gobierno.
Si estos son "clandestinos", yo estoy infiltrado en Cuba desde el '94.
La madre critica que "le mantienen la luz encendida todo el día". Que se prepare: cuando comiencen los apagones una pila de gente envidiará a los presos en el Combinado del Este.