Una pareja de emigrantes cubanos que intentó cruzar con la ayuda de "coyotes" la frontera entre Costa Rica y Nicaragua rumbo a EEUU fue asaltada por sus guías, tras lo cual una mujer de Cienfuegos resultó malherida.
De acuerdo con el diario nicaragüense La Prensa, Lázara Esther Fernández Artiz, de 47 años, y su esposo Luis Enrique Hernández Jeréz, de 32, salvaron la vida de milagro luego de ser baleados por cuatro hombres a quienes habían pagado para que los cruzaran a ese país en una zona montañosa de la frontera de Nicaragua conocida como la Guacimada, la cual históricamente es utilizada por los "coyotes" que ofrecen cruzar a inmigrantes de un país a otro.
"Entramos en comunicación con cuatro 'coyotes' que nos ofrecieron cruzarnos por 150 dólares cada uno, pero en el trayecto planificaron el asalto y, al defendernos, realizaron varios disparos y me dieron en la cabeza", contó Fernández Artiz.
La pareja de cubanos viajaba en compañía de otros tres hombres, quienes huyeron bajo las balas tras verla caer de un disparo que parecía mortal.
El proyectil ingresó detrás de la oreja izquierda de Fernández Artiz, "luego atravesó por mi boca de abajo hacia arriba y quedó incrustado en la nariz, y en el trayecto me desprendió piezas dentales y me causó lesiones en la mandíbula", contó.
Tras el impacto, la mujer quedó inconsciente, por lo que los asaltantes aprovecharon para robarle su ropa y 400 dólares de su bolso. Su esposo y el resto de las personas que los acompañaban solicitaron ayuda a los habitantes de una vivienda cercana.
"Nosotros le contamos a las personas que encontramos en la casa que nos habían asaltado y que a mi esposa la habían matado, que necesitábamos ayuda de la Policía o del Ejército o cualquier otra institución", contó Hernández Jeréz.
Pero Fernández Artiz recuperó el conocimiento y comenzó a caminar hasta salir a un tramo de la carretera que une la comunidad fronteriza de Sapoá con el sector conocido como La Calera.
Su marido y sus tres amigos lograron ponerse en contacto con oficiales del Ejército de Nicaragua, e inmediatamente se trasladaron al lugar del asalto, en busca del cuerpo de Fernández Artiz.
"Yo pensaba que la habían matado y cuando llegamos al lugar donde nos dispararon ya no encontramos a mi esposa. A eso de las 10:00PM nos informan que la habían encontrado caminando por esa carretera", relató Hernández Jeréz.
Las autoridades nicaragüenses trasladaron a Fernández Artiz al hospital de la ciudad de Rivas, pero debido a la gravedad de sus heridas la transfirieron a un centro hospitalario de Managua, donde lograron extraerle el proyectil y colocarle retenedores en la boca para tratar de recuperar las piezas dentales.
A pesar de su estado, la cubana solo estuvo una semana internada, y junto a su esposo retomaron el viaje hacia su destino final.
Fernández Artiz y Hernández Jeréz salieron de Cuba en marzo de 2019 con la esperanza de llegar a los Estados Unidos para poder trabajar y apoyar económicamente a sus familias.
"De Cuba nos dirigimos a Guyana. Luego seguimos nuestra travesía por Perú, Ecuador y Colombia e ingresamos a Centroamérica cruzando la selva de Darién, hasta llegar a la frontera entre Costa Rica y Nicaragua, que se ha convertido en el peor obstáculo con el que nos hemos encontrado hasta ahora", dijo Fernández Artiz, quien se encuentra ahora en Honduras.
Precisamente en la frontera entre Costa Rica y Nicaragua, dos centenares de emigrantes cubanos que permanecían en el primer país acampan en la localidad fronteriza de Piedras Blancas exigiendo a las autoridades migratorias que autoricen el cruce para continuar su viaje rumbo norte.
El Servicio Jesuita a Migrantes (SJM) de Nicaragua indicó que si bien todos los puntos ciegos de ese y otros países por donde transitan personas indocumentadas son peligrosos, este tipo de casos no se registra a menudo. Aunque reconocen que el aumento de la inseguridad en el país puede incidir en ello.
"Últimamente vemos demasiada delincuencia, asaltos con armas de fuego y eso también hace más vulnerables a las personas extranjeras, porque desconocen por donde transitan", dijo Maritza Pavón, del SJM.
"Considero que todos los Gobiernos deben estar claros de que detener la migración es imposible, porque migrar es un derecho. Deben estar preparados, sensibilizados y comprometidos para responder a las necesidades de las personas migrantes. Deben priorizar la vida y la dignidad de muchos niños, niñas, adolescentes, mujeres y hombres que buscan mejores oportunidades", declaró.