El capricho del Gobierno desestabilizó el transporte entre dos pueblos cubanos y ahora no lo consigue restablecer

Desde el pasado primero de julio los cocheros de Mayarí, Holguín, específicamente los de la ruta del Cocal, pueden cobrar el precio de dos pesos por pasajero que habían peleado durante casi tres años. Sin embargo el servicio no ha mejorado como esperaban las autoridades y la población. Siguen las dificultades principalmente en horarios picos, cuando faltan coches y las personas se aglomeran.

La subida (de un peso a dos) fue aprobada por el Consejo de la Administración Municipal en los últimos días de junio, y anunciada a los cuentapropistas en una reunión a la que fueron convocados por el gobierno y la Dirección Municipal de Transporte, organismo que rige su actividad. Antes, las autoridades habían impuesto el precio de un peso para un recorrido de 3,5km por una vía en estado deplorable.

"Aunque la situación es menos tensa tras la subida del precio, jamás será como antes. Aquí los que hacían cola eran los coches y desde que pusieron el pasaje a peso tuvimos que caerles detrás, darles coba a los cocheros para que salieran y esperar hasta horas por ellos. Ahora lo subieron de nuevo, pero después de que las cosas se desbaratan cuesta trabajo volverlas a componer. Y a veces ni se puede", comentó un cliente que esperaba bajo la sombra de un arbusto en la piquera de Mayarí.

Según Raúl, un cochero veterano de la ruta al Cocal, "ahora es mucho mejor trabajar con el precio de dos pesos. Claramente no es lo mismo un peso que dos. Pero la gente (los cocheros), huyéndole al precio bajo, se acostumbró a buscar alquileres, que dan más rentabilidad".

"El abuso de más de tres años hizo que los cocheros aprendieran a gardear los viajes, crearon compromisos con clientes y se desacostumbraron del hábito de la piquera. Ahora no es lo mismo. No se puede volver el tiempo atrás y ya, así de fácil", añadió.

"También la calle está cada vez en más malas condiciones, es un bache detrás del otro. Es un abuso para los caballos y el coche se te afloja todas las semanas. A cada rato hay que reparar algo y todo cuesta 'un ojo y la mitad del otro'", agregó Raúl.

"Sin hablar de los precios de todo. Ahora volvimos al precio del coche de hace tres años, cuando en la tienda y los mercados había lo que uno necesitaba, aunque caro, a precio estatal. Ahora lo que aparece es en la calle y cuesta el tripe. Lo que uno gana cocheando ahora rinde la mitad o menos".

"Por eso es que la gente no se estimula a trabajar duro y sigue buscando alquileres que les den más para hacer el día. Pero yo creo que poco a poco se irán incorporando. Claro que sería más fácil y rápido si le dieran una arregladita a la calle Leytevidal (por donde va el 90% de la ruta)", apuntó.

En efecto, son pocas las esperanzas de una rápida solución. Si resolver un problema como el del precio rebajado arbitrariamente por el gobierno municipal, que consistía solamente en rectificar un error y reconocer que los cuentapropistas afectados tenían razón en protestar, demoró casi tres años, ¿cuánto tiempo demorarán las autoridades de Mayarí en arreglar la vía llena de baches en la ruta hacia el Cocal, algo que lleva recursos?

El precio del pasaje de los coches en Mayarí fue rebajado en un 50% por el gobierno municipal sin tener en cuenta los intereses de los cocheros. Esto provocó numerosas protestas de los afectados, incluida una huelga de brazos caídos que paralizó el transporte por varios días, y numerosas quejas de los pasajeros.

Lo peor es que se desestabilizó el transporte público por todo el tiempo en que los inspectores mantuvieron una guerra de multas con no pocos altercados e injusticias contra los cocheros.

Finalmente el gobierno de Mayarí cedió, aprovechando que la pandemia de Covid-19 paralizó completamente el transporte. Con el retornó a la normalidad se rectificó el precio del pasaje de los coches pero, al parecer, para que el servicio vuelva a sus mejores momentos ya no depende solo de eso.