Apenas pasas la puerta desvencijada, te recibe un trozo de escalera. Décadas atrás fue de un mármol reluciente. En la actualidad se cae a pedazos. Tanto el suelo como las paredes del edificio están totalmente cuarteados.
Cuando subes al segundo nivel, puedes ver el cielo porque el techo y la escalera que allí estaban se desplomaron la noche del 20 de mayo de 2018 y la familia que vive en el tercer piso quedó atrapada en su casa, sin poder salir durante horas.
"Estamos cansados de hacer reclamaciones a los organismos correspondientes para que nuestro caso se solucione. Esta edificación está declarada en estado de derrumbe desde 1974", explica Elizabeth Valdés, quien vive junto a su esposo y sus dos hijas en el tercer y último piso de lo que queda del inmueble ubicado en la calle Damas 905, en el barrio de San Isidro, la Habana Vieja.
"Tenemos dos niñas menores de edad, vivimos con el constante temor de morir aplastados un día. Ni la Dirección Municipal de Vivienda ni el Gobierno han hecho nada por nosotros. Un técnico que vio el estado de esta edificación solo pudo decir que si aún se mantenía en pie era por 'estática milagrosa'", añade.
"Después del derrumbe ocurrido hace dos años, teníamos que salir por la ventana del baño que da al edificio de al lado, hasta que pusieron una escalera de madera improvisada donde se desplomó la original", comenta Jorge Luis Estrada, esposo de Elizabeth.
"Sabemos que en este mismo barrio hay varias casas vacías disponibles y otras en Centro Habana, pero los funcionarios —aun cuando conocen bien este caso— solo nos dicen que debemos repararlo por nuestros propios esfuerzos; algo imposible, pues no tenemos recursos para ello", denuncia. "¿A quién se le ocurre que una familia en Cuba pueda reparar de su bolsillo un edificio completo?", cuestiona.
En el segundo nivel de esa edificación en ruinas vive Tomás Aquino, un hombre de 79 años. Décadas atrás fue marino, pero ahora tiene que vivir con un magra jubilación de 300 pesos cubanos al mes (unos 13 dólares) y su vivienda también se encuentra en pésimas condiciones.
Cuando se le pregunta si alguna vez el edificio ha recibido alguna reparación, una mueca se le escapa. "Aquí no han hecho nada, ni se han preocupado por reparar. Parte de la madera que destinaron a la escalera que pusieron se la robaron o 'desapareció'. Tiene que haber un muerto u ocurrir una desgracia a ver si las autoridades reaccionan".
"Tengo una pésima opinión de las autoridades y la nula atención hacia nosotros", añade Tomás.
"No pensamos parar de reclamar porque lo que está en peligro son las vidas de nuestras hijas. No tenemos miedo a nada, y si nos vemos en la necesidad de ir a la Plaza de la Revolución, lo haremos; solo queremos que esta situación tan agobiante termine y podamos tener una vivienda digna", apunta Elizabeth, quien asegura estar "desesperada".
Junto a su familia ha publicado un video en Facebook en el cual todos repiten una misma frase: "tengo miedo".
Debido a la falta de reparación y mantenimiento, la mayoría de las edificaciones de la capital, en especial en los municipios Centro Habana y Habana Vieja, se encuentran en regular o mal estado. Muchas tienen la estructura casi colapsada. Todos los años ocurren varios derrumbes o son demolidas edificaciones en estos y otros municipios de La Habana.
Las conservadoras cifras oficiales hablan de un déficit habitacional en todo el país de casi 900.000 viviendas. Los insuficientes niveles de construcción y los derrumbes empeoran la situación.
Lo gracioso de la manera parasitaria de pensar es apelar a la misma causa que ocasiona sus desgracias y su deteriorada mentalidad -"la solidaridad"- No se puede construir un sistema socio-economico prospero basado en eso - la solidaridad solo sirve para enfrentar la miseria, desastres naturales, guerras; pero no sirve como proyecto de vida del dia a dia. La solucion para estas personas que viven en un sistema improductivo sin libertades economicas es robar y si te cojen te jodiste; emigrar no se los recomiendo porque si llevan 30 annnos pidiendole al gobierno y se adaptaron a vivir asi , aqui en el exilio no van a levantar cabeza , terminarian destruyendo estatuas de Colon.
Y decía „cubiche“ que la „revolución había construído un millón de viviendas. Jajajaja!!