"Han expulsado al doctor Andrés Lamas Acevedo, director del Hospital Clínico Quirúrgico Faustino Pérez en Matanzas", denunció en su muro de Facebook la psiquiatra Dalgis Fernández.
En su publicación, la doctora agregó que además "piden sanciones severas para otros médicos de ese mismo hospital, pues el Gobierno los culpa del evento de transmisión ocurrido allí, a pesar de las innumerables oportunidades en que se quejaron de no recibir los medios de protección necesarios".
El Faustino Pérez es el más reciente centro asistencial estatal donde ha ocurrido un brote de Covid-19 en Cuba, que hasta el miércoles reportó 46 casos positivos.
Según Haydeé Linares Sosa, jefa del Departamento de Epidemiología Hospitalaria de la institución, siete corresponden a pacientes, 15 a familiares o acompañantes y 24 son trabajadores, entre médicos, enfermeras, secretarias de sala, tecnólogos de rayos X, auxiliares de limpieza, estudiantes internos, entre otros.
Un reportaje del periódico oficial Girón refirió que una comisión investigativa del Ministerio de Salud Pública (MINSAP), cuyos resultados se analizaron por el Consejo de Defensa Provincial, reveló como causas del evento "violaciones higiénico-epidemiológicas, indisciplinas del personal médico y acompañantes, entre otras".
Si bien el reportaje aseguró que "la mayoría de los entrevistados" para su reporte "coincidieron en que sí se incumplieron protocolos, cometieron indisciplinas y hubo baja percepción de riesgo en algunos trabajadores", el artículo incluyó la opinión de doctores que aseguraron que allí "no contaban con los medios de protección adecuados".
Yisel Martínez Pérez, residente de Oftalmología en el centro, dijo: "A mí en todo este tiempo me han dado solo dos nasobucos N-95, los recomendados, que son desechables, y algunos de tela para nada idóneos, por lo que el riesgo siempre está latente".
El jefe de Urgencias y Cuerpo de Guardia, Laudelino Fernández Medina, agregó: "Los guantes que yo uso para examinar a los pacientes son los domésticos, de goma. Luego del evento de transmisión se recibió un nuevo lote, pero hasta hacía muy poco esa era una de las principales preocupaciones para el servicio que dirijo".
"En nuestro caso, las caretas que nos repartieron se encontraban tan mal fabricadas que se rompían con facilidad y no nos dejaba una visión nítida. De esta manera, continuamos los procedimientos habituales como la entubación y los abordajes venosos profundos", sumó Carlos Sanz Horta, residente de primer año de Terapia Intensiva, que se contagió de Covid-19 y está ingresado en el Hospital Mario Muñoz.
Si bien las autoridades de salud aclararon que el Faustino Pérez no fue concebido en un principio para el trabajo directo con pacientes de Covid-19, el reportaje reveló que la sala de Terapia Intermedia, principal foco de la infección, no tenía agua corriente hace más de un año.
El director recién cesado, Andrés Lamas Acevedo, dijo a Girón que la solución para ese problema demoró todo ese tiempo pese a sus quejas a las autoridades de Salud Pública en la provincia.
Sin embargo, tras el brote de Covid-19, en menos de 72 horas se comenzaron a colocar los tanques que deben solucionar definitivamente el abasto de agua en la Terapia Intermedia. También se ha emprendido una desinfección profunda de las áreas y "han llegado nuevos insumos", indicó el reporte.
La pasada semana, luego de trascender el caso del Faustino Pérez, en redes sociales varios miembros del personal sanitario se quejaron de que, con motivo del brote, varios trabajadores fueron sancionados y culpados por no haberse protegido.
María Del Carmen Álvarez Escobar, metodóloga de la carrera de Medicina en la Universidad de Ciencias Medicas de Matanzas y madre de una de las doctoras implicadas, denunció el vienes en su muro de Facebook que "los infelices contagiados por el Covid-19 del servicio de Terapia Intermedia ahora además son sancionados públicamente por no protegerse."
"Es verdad, estaban mal protegidos porque quien tenía que velar por ello no se lo suministró. No me constan las llamadas de atención, multas, visitas diarias de área de riesgo señalando las irregularidades, inclusive sanción a los infractores. ¡Qué pena! Enfermos y sancionados públicamente", escribió.
En Twitter, la usuaria Laura de Cuba, quien aseguró haber estudiado en el Faustino Pérez, publicó el testimonio de un médico de ese centro asistencial, cuya identidad no reveló. Según su denuncia, "los médicos de Intermedia se tuvieron que buscar sus propios medios de protección para trabajar. Estos, acaban de ser sancionados públicamente en la guardia donde el director de este hospital, el doctor Andrés Lamas Acevedo, mostró decepción con el servicio de Intermedia".
"La culpa nunca llega al piso. La culpa no es del MINSAP ni del Hospital y su junta directiva por no adoptar las medidas de bioseguridad adecuadas para cuidar a sus profesionales", terminó su relato.
Más que un director, necesitan UN PLOMERO.