Todos los municipios de la provincia Guantánamo, así como Moa, de la vecina Holguín, sintieron este miércoles un temblor de tierra de magnitud 4,8 grados en la escala de Richter, sin reportes de víctimas ni daños materiales hasta el momento, según indicó el Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas (CENAIS) de Cuba.
El quinto sismo ocurrido en lo que va de 2020 en la Isla fue registrado a las 6:22 hora local (10:22 GMT) por la Red de Estaciones del Servicio Sismológico Nacional, reportó el sitio oficial Cubadebate.
El movimiento telúrico fue localizado a una profundidad de diez kilómetros en las coordenadas 20.12 grados de latitud norte y 74.10 grados de longitud oeste, a 16 kilómetros al sursureste de Maisi, en la provincia de Guantánamo.
Hace solo dos días, los habitantes del municipio Niceto Pérez de la misma provincia también sintieron una sacudida provocada por otro sismo de magnitud 4 grados, que fue percibido también en la vecina Santiago de Cuba.
Alrededor del 70% de los movimientos telúricos en la Isla se reportan en la falla de Oriente, ubicada a lo largo de la costa sureste de Cuba, donde en 2018 se registraron 15 movimientos perceptibles.
El primer temblor perceptible de 2020 sacudió el 23 de enero pasado a la localidad de Caimanera, en Guantánamo, con una magnitud 4,2 en la escala de Richter, y cinco días después un fuerte terremoto de 7,7 grados con epicentro en el Mar Caribe estremeció varias zonas de la Isla de Oriente a Occidente.
El tercer terremoto, de magnitud 6, fue perceptible a mediados de este mes en varios municipios de la provincia de Pinar del Río.
Cuba está ubicada en un punto geográfico en el que confluyen diferentes sistemas de fallas tectónicas con una importante actividad sísmica.
Si bien en 2019 Cuba registró solo seis terremotos perceptibles, un informe del Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas indicó que ese comportamiento ―caracterizado por la ausencia de terremotos moderados o fuertes, y por la ocurrencia de una serie de sacudidas sin un sismo principal― "se puede interpretar como un proceso de acumulación de energía."
En septiembre de 2019 sismólogos locales habían advertido que la ocurrencia de tan pocos movimientos telúricos perceptibles desde 2016 hasta la fecha podría ser vista como una "acumulación silenciosa" de energía sísmica, capaz de generar un severo terremoto.