Mientras espera en la frontera mexicana por la respuesta a su solicitud de asilo político en Estados Unidos, el cubano Dairon Elisondo Rojas se ha convertido en el único médico de un campamento de 2.500 migrantes, contó The New York Times esta semana.
Elizondo, de 28 años, no se ha tomado un día libre desde octubre pasado hasta ahora: cada jornada atiende invariablemente a sus pacientes desde 10:00 de la mañana a 4:00 de la tarde. Según el diario estadounidense es el único médico a tiempo completo en la "ciudad" de migrantes que ha surgido al lado de un puente que conecta a Matamoros, en México, con EEUU.
"Esto es perfecto, perfecto. Es lo que sé. Es lo que mejor hago", dijo el doctor cubano a dos periodistas de The New York Times.
De la misma forma que el resto de los migrantes varados del lado mexicano de la frontera, Elisondo ha sido afectado por la política Remain in Mexico (Permanecer en México) de la Administración del presidente estadounidense Donald Trump, según la cual los solicitantes de asilo que se presentan en la frontera solo pueden ingresar a EEUU para comparecer ante los tribunales.
A juzgar por el reciente historial de otros casos de solicitud de asilo político al Gobierno estadounidense el doctor cubano podría permanecer durante meses en Matamoros esperando una respuesta, ya sea favorable o no.
Elisondo, que había sido parte de las llamadas "misiones médicas" del Gobierno cubano en Venezuela, decidió brindar sus servicios como especialista en cuidados críticos, gracias a su experiencia en "entornos desafiantes" y "empobrecidos".
Tras graduarse de medicina en Cuba, el médico fue enviado durante casi tres años a Venezuela, pero tuvo que regresar a la Isla tras criticar al régimen de Nicolás Maduro.
"El Gobierno me trajo de regreso a Cuba, y eso tuvo consecuencias", dijo.
Según el galeno, la policía cubana le prohibió practicar medicina y lo acosó. Por eso, él y su novia emprendieron una travesía que incluyó viajes en avión, barco y autobús hasta llegar a la frontera suroeste entre México y EEUU, a mediados de agosto de 2019.
Hasta el 12 de enero de 2017, a ocho días de que el expresidente Barack Obama dejara la Casa Blanca, los cubanos podían entrar a Estados Unidos gracias a la política "pies secos-pies mojados" y legalizar su estatus migratorio pasados un año y un día. Sin embargo, tras el cese de la política los cubanos quedaron en la misma situación que otros miles de inmigrantes que han presentado sus casos de asilo político a una corte estadounidense.
Hasta ahora, Elisondo no sabe cuánto tiempo le tomará pronunciarse a un juez de migración. Cruzó el puente a Brownsville hacia EEUU para su primera comparecencia ante el tribunal el 4 de diciembre, y no tendrá una nueva cita hasta finales de febrero de 2020.
Si su plan de recibir asilo político no funciona, tampoco debería preocuparse, aseguró a The New York Times Helen Perry, la directora ejecutiva del grupo Global Response Management, donde trabaja el doctor cubano. "Él no lo sabe", dijo, "pero lo voy a enviar a otros lugares del mundo".
¡Grande, Dr Rojas!
Que dios lo bendiga.
Tremendo ejemplo.
Global Response Management debería contactar con todos los médicos cubanos que han desertado, pero este grupo también depende de los apoyos y ayudas de organizaciones sin ánimo de lucro. La logística de todas estas operaciones es costosa y compleja. Ojalá crecieran y pudieran extender esta dinámica.
Dios lo bendiga por la labor que hace y ojalá sus problemas se le resuelvan pronto.
Buen samaritano. Chapeau.
Bravo!
// Si Helen Perry, la directora ejecutiva del grupo Global Response Management, lo va a enviar a otros lugares del mundo, ¿porqué no lo manda ya, comienza a hacer una vida mínimamente normal y en alguno de eso lugares explica su caso en la embajada norteamericana, de acoso del castrismo por sus discrepancias políticas? //
¿y dejarias a las 2500 personas sin atencion medica?