Miguel Díaz-Canel llegó este domingo a Irlanda en su primera visita oficial y dijo que espera fortalecer y ampliar las relaciones con el gobierno local, informa la prensa estatal cubana.
"Hemos sentido una cálida acogida a nuestra llegada a la bella Irlanda. Seguros estamos de que se fortalecerán y ampliarán las relaciones bilaterales", escribió Díaz-Canel en su cuenta de Twitter, donde también publicó fotos de un recorrido por lugares de interés histórico y cultural de Dublín.
Díaz-Canel fue recibido por la directora de Protocolo de la Cancillería local, Emma Madigan, la embajadora de Irlanda en Cuba, Bárbara Jones, y el representante de La Habana ante el gobierno irlandés, Hugo René Ramos.
La bienvenida oficial está prevista para este lunes en la residencia oficial del presidente Michael Higgings.
En el transcurso de su estancia de dos días en Dublín, primera escala de una gira que lo llevará además a Bielorrusia, Rusia y Azerbaiyán, Díaz-Canel hará también una visita de cortesía al primer ministro, Leo Varadkar.
Díaz-Canel viaja acompañado de su esposa, Lis Cuesta, el canciller Bruno Rodríguez, el ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca, y la directora del departamento de Europa de la Cancillería cubana, Alba Soto.
La visita a Irlanda, primera que realiza un gobernante de Cuba, sigue la que hizo Higgins en febrero de 2017 a La Habana, y ocurre en el contexto de la celebración del aniversario 20 del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países (27 de octubre de 1999).
Canel tiene cara de estar pensando: Que hago yo aquí en un país capitalista, libre y desarrollado si yo soy la cara de un país, donde el pueblo es una masa de esclavos miserables sin derechos?
es bueno que haga relaciones con personas del mundo libre. Canelo no es un Castro, hasta ahora no las debe o debe muy pocas, mientras esté el jefe poderoso y despota nadie va a dejar ver sus verdaderos colores, seria tonto o suicida.
¡¿En Irlanda...?! De ahí que no espere más que un fuerte apretón de manos y un come y vete. A la Primera Dama Lis le encanta esta parte del protocolo.