La oficialista Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) protestó por la decisión del Instituto Prensa y Sociedad (IPYS) de seleccionar entre los finalistas de su concurso CUBACRON trabajos publicados tanto por el periodismo independiente cubano como por el estatal.
IPYS "canaliza los fondos para la injerencia y la subversión de las agencias estadounidenses", afirmó la UPEC. La afirmación recibió el respaldo del flamante presidente Díaz-Canel, y al menos una periodista estatal rechazó su inclusión entre los finalistas de CUBACRON.
El Instituto Prensa y Sociedad (IPYS) fue creado en Perú en 1993, en respuesta al recorte de libertades democráticas por parte del Gobierno de Alberto Fujimori. Sus primeros socios, editores del país, organizaron una red de protección de periodistas en peligro, e influyeron en el nacimiento de redes similares en otros países de América Latina. Actualmente, IPYS promueve el periodismo de investigación y premia la profesionalidad y la calidad.
Las investigaciones apoyadas por IPYS han afectado a gobiernos de diferente signo político y han abarcado temas como la situación carcelaria en Colombia, el sistema de fraudes contra propietarios de condominios en Florida, las maniobras de empresas farmacéuticas para conservar el monopolio de medicamentos costosos en América Latina, y los métodos utilizados por Michel Temer para mantenerse en la presidencia de Brasil tras ser denunciado por corrupción, entre otros.
La UPEC describe a IPYS, sin embargo, como una "ONG vinculada a campañas políticas contra gobiernos y organizaciones progresistas en América Latina".
La diferencia entre ambas organizaciones periodísticas es evidente. IPYS apoya la búsqueda de la verdad, no importa si esta aparece en un medio oficial o en un medio independiente. La UPEC apuesta por la versión oficial sin importarle la verdad y las buenas prácticas. Para cuidar de esa versión oficial necesita alzar un muro que separe a unos periodistas de otros. Sus protestas contra IPYS son las de quien vigila la permanencia de ese muro.
