Cansados de esperar un documento que les permita cruzar México, cerca de 4.000 emigrantes, en su mayoría cubanos y haitianos, decidieron este sábado cubrir a pie, en tren o cualquier otro medio los 3.833 kilómetros que los separan de la ciudad de Tijuana, en la frontera con Arizona.
Desde la noche del 11 de octubre, decenas de emigrantes fueron llegando al parque Don Miguel Hidalgo, en Tapachula.
De madrugada hombres, mujeres y niños tomaron la carretera. Su primera meta es llegar a la ciudad de Huixtla, a unos 50 kilómetros. Allí pasarán la noche, para continuar a ciudad de México, donde pedirán una audiencia con el presidente, Andrés Manuel López Obrador.
Ellos buscan una entrevista con el mandatario para lograr poner fin a una larga espera. Han agotado todos los trámites legales para buscar asilo, residencia temporal o permanente. Quieren una solución. Se les ha agotado el dinero, situación que los ha obligado a vivir en la calle con sus hijos y de la caridad.
Esta caravana es la primera que se produce desde el 7 julio de 2019, fecha en la cual López Obrador y Donald Trump, presidente de EEUU, firmaron un acuerdo para tratar de controlar el flujo de emigrantes irregulares hacia el país del norte.
Aunque esta idea venía rondando entre los emigrantes desde hace días, varios hechos los obligaron a tomar la decisión: la muerte de dos africanos cuando la embarcación en que viajaban zozobrara en el municipio de Tonalá, el viernes 11 de octubre.
Otro hecho fue la desaparición de dos emigrantes, quienes lideraron una protesta el pasado 26 de septiembre. También la muerte a tiros de un cubano en las calles de Tapachula el miércoles 9 de octubre fue elemento detonante para aventurarse en esta nueva caravana, a pesar de los peligros.
Aunque la caravana logró pasar el puesto de control migratorio de Viva México —situada a unos 20 kilómetros de Tapachula— después de varias horas de recorrido, al mediodía la caravana se dividió en dos partes.
"Hace pocos minutos llegó la Marina (mexicana), partió la caravana en dos, algunos fueron detenidos, no sé qué pasó con ellos, nosotros logramos escondernos en la manigua. No puedo seguir hablando, estamos corriendo. Huimos de los guardias", relató al instante de los hechos Yuriet Pedroso González, opositor cubano que estuvo varios días en huelga de hambre. Pedroso pretendía llegar a algún pueblo cercano.