La periodista del sitio oficial Cubahora Mileyda Menéndez denunció un nuevo caso de feminicidio en Cuba.
"Mi madre acaba de llamarme en un grito de espanto: una vecina y gran amiga nuestra acaba de morir apuñalada por el marido, en presencia de una hija de ella. No sé aún las circunstancias. ¿Cuántas más deben caer para que un crimen patriarcal sea visto como barbarie?", escribió Menéndez en su muro de Facebook.
La periodista, que tiene a su cargo la sección dedicada a asuntos de sexualidad y relaciones de pareja "Sexo sentido" del diario oficial Juventud Rebelde, aseguró que antes de conocer de los hechos, había decidido dedicar su próxima columna en ese espacio a "este tipo de violencia. ¡Qué ironía macabra!"
Aunque se limitó a decir que la fallecida se llamaba "Cary", no ofreció otros detalles acerca del crimen. Pero, ante las preguntas de una de sus seguidoras, aclaró que la mujer asesinada vivía en "la esquina de Camilo Cienfuegos, donde está la cafetería."
"Una mujer alegre, generosa, de las que decía las cosas sin tapujos. Tiene dos hijas, ni pensar cómo estarán ahora", agregó.
La activista Deyni Terry Abreu pidió en el propio post a Menendez que le compartiera otros detalles de la víctima. "Por favor estamos haciendo un levantamiento de los casos para visibilizar ante el Estado las modificaciones a la figura de asesinato y la necesidad de que se establezca el feminicidio como figura", precisó.
El pasado mes de junio, un párrafo en un informe internacional de 145 páginas presentado por el Gobierno de Cuba reveló por primera vez cifras oficiales de muertes de mujeres por razones de género, un tema tabú en la Isla y que se incorporó al debate público gracias a un mayor acceso a internet.
En el Informe Nacional sobre la implementación de la Agenda 2030, presentado en abril durante la tercera reunión del Foro de Países de América Latina y el Caribe sobre el Desarrollo Sostenible y que desde entonces está disponible en internet, el Gobierno señaló: "En femicidios, según otras fuentes, el número de muertes ocasionadas por su pareja o expareja han disminuido entre el 2013 y 2016 en un 33,0%".
También agregó que, en 2016, "la tasa de femicidios fue de 0,99 por 100.000 habitantes de la población femenina de 15 años y más" del país, sin agregar más especificaciones ni cómo las autoridades cubanas definen este problema.
Según la estatal Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), las mujeres de 15 años y más sumaban ese año 5.052.239 de una población total de 11.200.000 habitantes. A partir de esos datos, la agencia IPS calculó que la cantidad de víctimas fatales de la violencia machista pudo ser de aproximadamente 50 en 2016.
Justo este 2019 fue publicado el informe final de la Encuesta Nacional de Igualdad de Género, que fue aplicada en 2016 y arrojó las primeras cifras sobre violencia de género, pero solo en la pareja. De las 10.698 mujeres entrevistadas, 26,7% declaró haber recibido algún tipo de maltrato en los 12 meses previos al sondeo.
Solo en lo que va de 2019 trascendieron las historias de Lis Obregón, de 27 años, que fue apuñalada por su expareja en la puerta de la guardería de sus hijos; una mujer de 46 años fue asesinada por su exesposo en la comunidad rural de San Pablo de Yao y la estudiante de medicina, de 21 años, Leydi Laura García fue hallada muerta.
Especialistas y feministas reclaman que el Estado cubano debe elaborar un sistema integral de prevención y atención a las mujeres en situación de violencia, que incluya leyes específicas, la capacitación del personal de la policía, juristas, de la salud, entre otros, refugios o casas de acogida para las víctimas y atención para los agresores.
En Cuba los procesos judiciales en torno al feminicidio se siguen por homicidio, que en el Código Penal cubano se castiga con penas de entre siete y 15 años de privación de libertad, en lugar de por asesinato, que se castiga con penas de entre 15 y 30 años y amerita el análisis de agravantes como la premeditación, el aumento del sufrimiento de la víctima, su imposibilidad de defenderse y su relación familiar o conyugal con el perpetrador.