El Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX) que dirige Mariela Castro presentó en sus redes sociales como un éxito de la comunidad LGBTI la celebración de una boda entre dos personas transgénero en La Habana.
"Este 16 de julio se realizó la formalización de un matrimonio entre dos personas transgénero en el Palacio de los Matrimonios de San Francisco de Paula", indicó la entidad estatal en su muro de Facebook.
"Este acto jurídico no transgrede lo establecido en el ordenamiento jurídico cubano pues se trata de dos personas cuyo género registrado legalmente es femenino y masculino, aunque no sean coherentes con las identidades de género de Ramcés y Dunia", reconoció el CENESEX.
Consideró que el suceso tuvo "especial relevancia" porque el Palacio de los Matrimonios que los casó, y que es una dependencia estatal del Ministerio de Justicia, "respetó la manera en la que expresan su identidad de género".
No obstante, primeramente la institución tuvo sus reservas para casar a la pareja. Ante ello, los servicios de orientación jurídica del CENESEX intervinieron para brindarles asesoría.
Ramcés y Dunia, cuyos apellidos no fueron incluidos en el reporte de la institución, aunque sí las fotos de su ceremonia, son atendidos por la Comisión Nacional de Atención Integral a Personas Transexuales, pues están "a la espera, por decisión propia, de las intervenciones quirúrgicas" para su cambio de sexo, apuntó la nota.
Ambos integran la red social comunitaria vinculada al CENESEX Alma Azul-Transgéneros Masculinos de Cuba.
Varios activistas celebraron el suceso y lo consideran un paso hacia la normalización del matrimonio entre personas del mismo sexo, que el Gobierno retiró de su propuesta de nueva Constitución, debido a la oposición abierta de diversas denominaciones religiosas.
No obstante, otros, como la activista y community manager Marta María Ramírez, advirtieron que en la boda de Ramcés y Dunia se "mantiene la heteronorma jurídica, porque para la Ley vigente se casa una mujer con un hombre".
"Espero que hayan pronunciado sus nombres como corresponde a sus identidades y no a sus documentos registrales actuales", escribió Ramírez.
Por su lado, Omar Valenciano apuntó: "No veo ningun logro; ¿al final no son personas del mismo sexo?"
Mientras que Alfred Ramos subrayó: "Qué ridiculez... ustedes por apuntarse algo (...) esa no es la lucha... basta de poner parches."
El CENESEX ha recibido duras críticas desde que suspendió la celebración pública de la tradicional Conga contra la Homofobia, que organiza, y luego demonizó a los participantes en la Marcha Alternativa contra la Homofobia y la Transfobia efectuada en La Habana el 11 de mayo.
Mariela Castro Espín llamó "lacayos del activismo mercenario" a los promotores de esa marcha, que culminó con imágenes vergonzosas de represión y violencia por parte de la policía política del régimen.
A fines del propio mayo, el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) solicitó a la Organización de Naciones Unidas (ONU) que condenara públicamente la represión contra la Marcha Alternativa, en un documento dirigido a Clément Nyaletsossi Voule, relator especial de Naciones Unidas sobre los Derechos a la Libertad de Reunión y Asociación.
El OCDH recordó que la actuación del Gobierno cubano fue "ampliamente reprobada, tanto en el interior de Cuba como a nivel internacional", pues violó "diversos artículos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en especial el derecho de reunión".