El semanario oficial Trabajadores ha revelado, meses después de que la prensa independiente denunciara la destrucción de la sala polivalente Kid Chocolate para levantar un nuevo hotel, las irregularidades del proceso.
"Era una medida que estaba tomada. Se venía estudiando desde hace tres años. Planteé una serie de argumentos para no perderla, pero como parte de la política social y económica, el Estado se la pidió al INDER para la construcción de un hotel. En 2018 se tomó la decisión definitiva. En el centro de la capital hay inversiones turísticas y no pega una instalación de este tipo", contó José Martínez Cedeño, presidente del INDER en la capital cubana.
Ubicada justo frente al Capitolio y junto al cine teatro Payret, la polivalente está siendo demolida para comenzar la construcción de un nuevo hotel, El Pasaje.
Se trata de una de las siete instalaciones hoteleras que le fueran encargadas a la empresa francesa Bouygues-Batiment en la zona, y de los cuales ya el Manzana y el Packard se encuentran en operaciones.
Hasta el momento, la construcción de hoteles en la capital se había restringido a inmuebles abandonados y muchas veces en ruinas; ese fue el caso de los hoteles Packard, Prado y Malecón, Gran Hotel y Regis, todos contratados con la Bouygues y la Unidad de Construcciones Militares (UCM), del conglomerado empresarial de los militares Grupo de Administración Empresarial S.A. (GAESA).
El director de la Kid Chocolate, Alexis Valdés Domech, refirió por su parte que "oficialmente me comunicaron en noviembre de 2018 que teníamos que irnos; pero el 'ruido' estaba hacía rato. El domingo 2 de diciembre tuve una reunión con Cedeño, en la cual me dijo que el Gobierno le había informado que comenzaba la desinversión de la sala. Debíamos sacar todo lo que teníamos y trasladarlo para la (sala polivalente Ramón) Fonst".
Según el reportaje de Trabajadores, el centenar de empleados de la instalación se siente molesto por la situación. "No nos dieron explicación", comentaron varios.
Esto contradice las declaraciones de Tatiana Viera Hernández, vicepresidenta del Gobierno de La Habana. Esa funcionaria, que declinó ofrecer entrevista a la publicación oficial y solo envió un escueto párrafo explicativo, dijo que en diciembre de 2018 la Dirección Provincial de Deportes "entregó oficialmente" la Kid Chocolate dado que "forma parte de las acciones del proceso de desarrollo económico e industrial de la capital en esta etapa."
Viera Hernández agregó que a seguidas se hicieron "intercambios con los trabajadores para explicarles que serían reubicados en la sala Ramón Fonst donde tiene lugar un proceso inversionista para ampliar los servicios que se prestan".
No obstante, Lázaro Pérez Morales, el jefe de mantenimiento de la polivalente, aseguró: "No contaron con nadie. Llevaba 15 años en la Kid Chocolate y el colectivo tenía sentido de pertenencia."
Porfirio González, subdirector de eventos de la Kid Chocolate, contó que "los propios trabajadores empezaron a desarmar las oficinas, el colchón de lucha y el de judo. En esa mudanza ayudó un camión de la provincia que vino dos o tres veces, pero no alcanzaba."
"Entonces tuvimos que resolver con gestiones propias. Todavía hay cosas de la polivalente que no se han traído porque nos cansamos de pagarlo de nuestro bolsillo y pedir favores", agregó.
De acuerdo con Trabajadores, hoy existen deportes entrenando en cemento y la mudanza completa de los implementos deportivos se terminó en marzo, con la ayuda de los padres de los deportistas.
Fútbol sala, balonmano, boxeo, levantamiento de pesas, ajedrez, lucha, judo: cerca del 70% de los eventos deportivos celebrados en la capital del país, tanto provinciales como nacionales e internacionales, se realizaban allí.
Las consecuencias de la medida ya la sufren varios deportes. Porfirio, entrenador de futsal, lamentó haber "perdido el tabloncillo de la Kid Chocolate. Lo picaron con motosierra y no tiene arreglo porque ni siquiera se puede aprovechar en otro lugar. Era el mejor que había en Cuba para este deporte".
El balonmano también perdió la sede de todos sus eventos y el lugar idóneo para el entrenamiento del equipo nacional; el judo tendrá que entrenar en la Ramón Fonst, en un lugar sin las mínimas condiciones, que se inunda cuando llueve.
"No tenemos pesas, el colchón está en el piso prácticamente, y aunque se ha mejorado algo todavía no es lo ideal", se quejó el judoca Joel Erasmo.
El Maestro Internacional Néstor Veliz, de 65 años, entrenador de ajedrez por más de diez años en la Kid Chocolate, precisó sobre la Fonst: "Nunca he visto una sala más mala que esta. No hay ni baño, es un laberinto".
Sin embargo, el director provincial de deporte afirmó que "cedimos el espacio en beneficio del pueblo y tenemos que ganar en recuperar instalaciones".
En cambio, Trabajadores asegura que en La Habana solo quedan dos salas polideportivas. "La riqueza deportiva cambiará por riqueza turística", concluye el reporte.