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Transporte

La silenciosa huelga de los transportistas privados santiagueros

Aunque no existe declaración oficial del gremio, su ausencia permite a los pasajeros sacar conclusiones.

Santiago de Cuba

Desde la puesta en vigor el pasado lunes 24 de junio de la resolución 194 del Ministerio de Finanzas y Precios, que regula los precios del transporte privado en Santiago de Cuba, las paradas de guaguas de la ciudad permanecen llenas de usuarios perplejos por la ausencia de camiones, camionetas y "pisicorres", quienes soportaban la transportación urbana ante la inconsistencia de las guaguas estatales.

Aunque no existe ninguna declaración oficial de los transportistas privados, para los santiagueros su ausencia es vista como una huelga, una protesta silenciosa; único modo que tienen estos choferes para oponerse a una polémica decisión, calificada por ellos como injusta.

Así lo ve Andrés, chofer de "pisicorre" de la ruta de la playa Siboney: "Antes comprábamos el combustible en la bolsa negra, tú sabes... Pero ya no tenemos esta vía, tenemos que comprarle el petróleo al Estado a un CUC y por eso tenemos que subir la tarifa de diez a 20 pesos. Nosotros no tenemos la culpa, el Estado es el culpable. Hace unos días nos dieron una reunión para hablar de que teníamos que bajar la tarifa, y ahora esto. Pero nadie nos mira, ¿a nosotros quién nos baja los precios?"

La huelga ha originado un verdadero caos en el transporte urbano. El déficit de ómnibus obligó a las autoridades a reforzar y a utilizar guaguas de otras líneas para aliviar la acumulación de usuarios en las paradas. Incluso las rutas a los municipios, cuyo mayor volumen estaba cubierto por los transportistas privados, ha tenido que ser reforzada con ómnibus articulados de la ciudad de Santiago y de TRANSTUR.

Según dijo al semanario local Sierra Maestra Lisette Martínez Riera, subdirectora de la Dirección Provincial de Trabajo y Seguridad Social, "la resolución es lícita y busca el orden, la disciplina y la legalidad. Es una obligatoriedad del trabajador por cuenta propia cumplir con ella."

Sin embargo, los camioneros en huelga sostienen que el costo del combustible es elevado para los precios topados por el Estado, el kilometraje y los precios del pasaje. Un chofer de camión consultado por DIARIO DE CUBA indicó que los transportistas del sector privado también le han exigido al Estado dónde adquirir accesorios, neumáticos y baterías para sus camiones.

"Pese a los años que llevamos aportándole al Estado ingresos millonarios, este solo recibe ganancias y no nos garantiza una sola pieza. Cada camionero ingresa anualmente cientos de miles de pesos a través del 10% sobre los ingresos, el fisco y la declaración jurada de cada año", concluyó la fuente.

Wilbero Lozeno, que labora como gestor de pasaje del sector privado en uno de los camiones que realizan viajes de Santiago a La Habana desde la Terminal Provincial de ómnibus y trenes Senén Casas Regüeiro, manifestó que "la problemática del transporte urbano no es de ahora, sino que data de hace más de cinco años".

"Lo que ocurre es que ahora todos los ojos se enfocan al sector privado por estos acontecimientos, y el propio Estado impone demasiados obstáculos a los camioneros del sector privado", dijo Lozeno.

"El año pasado la Policía nos quitó los asientos de guaguas, tenemos problemas con las ventanillas, también procedentes de las guaguas que han resultado baja de circulación. Sin embargo, duele cómo el Estado prefiere convertir todo estos accesorios en materia prima y no ofertarlas", lamentó.

La mayor parte de la población ve acertada la resolución aprobada por el Estado, teniendo en cuenta que la mayoría de quienes utilizan el transporte urbano son trabajadores con míseros salarios y que los transportistas privados han elevado los precios a voluntad, haciendo pagar a la población sus desavenencias con las autoridades.

"Es un chantaje lo que tienen con la población", dijo Delvis Semanat, usuario que aseguró haber sido testigo de la múltiples subidas de precios por parte de estos camioneros.

"En las paradas llenas, días de festividad, como el de las Madres y otros eventos, o tarde en la noche, el pasaje aumenta de precio. Ya estaba tornándose en hábito de los camioneros aprovechar las paradas llenas y aumentar el pasaje", contó.

Para Radamés Jiménez, residente en Songo la Maya, pero que trabaja en Santiago, la medida está bien tomada. "Les exigen un límite de pasajeros entre las personas que viajan sentadas y los que lo hacen de pie, pero hacen caso omiso a lo que está indicado por ley, además de que maltratan a la población, y si te quejas te dicen que te bajes", comentó.

Mientras la huelga silenciosa continúa, es vox populi que sobre los choferes pende una amenaza: tienen 15 días para que comiencen a trabajar; de lo contrario, se les retirará la licencia operativa.


En colaboración con Jorge Amado, desde Santiago de Cuba.

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