Los Emiratos Árabes Unidos y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) firmaron en La Habana un acuerdo para colaborar con el Gobierno cubano en la recuperación de viviendas y la colecta de agua potable en territorios afectados por el huracán Irma.
Según publicó la oficial Agencia Cubana de Noticias, el PNUD lidera este proyecto de reconstrucción de viviendas en Ciego de Ávila, al que ahora aportará el país árabe con un donativo de 200.000 dólares. El objetivo es que, en el período de un año, a partir de julio próximo, estén garantizados "techos seguros y prácticas de adaptación al cambio climático".
Se propone además crear reservorios que apoyen a sostenibilidad del acopio de agua en la provincia.
Maribel Gutiérrez, representante residente del PNUD en Cuba, explicó a la prensa oficial que la cooperación con los Emiratos Árabes Unidos tiene un potencial enorme para los siguientes años, tanto de manera bilateral, como interagencial.
Bader Almatrooshi, embajador de los EAU en Cuba, presentó la contribución como un ejemplo de las diversas colaboraciones que realizan en el Caribe con agencias de las Naciones Unidas como la Organización Panamericana de la Salud y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
El proyecto incluye la capacitación de brigadas para el correcto montaje de los techos, la adecuada colocación de los sistemas de recolección de agua y para la fabricación de tanques de hormigón armado a partir de materiales locales.
Según Juventud Rebelde, más de cien familias resultarán beneficiadas.
El huracán Irma dejó 1.047.074 afectaciones de distinta índole en el sector de la vivienda. Los daños del meteoro fueron cifrados en más de 13.000 millones de pesos cubanos.
La situación de la vivienda y el estado de las edificaciones en el país es preocupante. Hay familias que sobreviven en sitios readaptados como vagones de tren.
Los cubanos tienen que improvisar e ir solucionando los problemas constructivos de sus viviendas con medios propios y muchas veces caen en lo que el Gobierno califica de "ilegalidades urbanísticas".
Conseguir materiales para la construcción es bastante difícil o suelen tener precios elevados que el cubano de a pie no puede pagar con el salario. El Gobierno también impide las reparaciones realizadas por los propietarios y pone trabas y requisitos cuando no ofrece nada a cambio. Por ejemplo, en 2016 solo en La Habana las autoridades impusieron 5.471 multas por remodelaciones de exteriores.