La compañía estadounidense United Airlines (AA) envió un correo electrónico a los clientes el martes diciendo que ya no podía aceptar reservas para viajes grupales bajo la categoría "people to people" con fines educativos a partir de este 5 de junio debido a las nuevas reglas establecidas por Washington, informó Los Angeles Times.
Según explicó una portavoz del Departamento de Estado, el Ejecutivo ha decidido mantener los vuelos comerciales porque suelen ser usados por los cubanoamericanos para visitar a sus familias en la Isla.
Todo el turismo estadounidense a Cuba es ilegal, pero ciertas categorías de viajes, como los de educación o los viajes culturales de persona a persona, han permitido a los estadounidenses viajar a la nación, hasta ahora.
Hace tres años, el entonces presidente Barack Obama aflojó las reglas para mejorar las relaciones entre Washington y La Habana y promover este tipo de turismo.
El martes, la Administración Trump anunció restricciones más severas porque considera que el régimen cubano desempeña "un papel desestabilizador en el hemisferio occidental", de acuerdo con la declaración emitida por el Departamento de Estado.
El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, dijo en el comunicado: "Esta Administración ha tomado una decisión estratégica para revertir el relajamiento de las sanciones y otras restricciones al régimen cubano. Estas acciones ayudarán a mantener los dólares estadounidenses fuera del alcance de los servicios militares, de inteligencia y de seguridad cubanos".
Washington ha determinado, asimismo, que los cruceros se usan para hacer turismo, algo que los estadounidenses tienen prohibido por ley, de ahí que decretara el fin de estos viajes.
La compañía Norwegian Cruise Line indicó a sus clientes a través de su web que está "monitoreando estrechamente" las nuevas restricciones de viajes a Cuba y "cualquier consiguiente impacto" en las líneas de cruceros a ese país.
Un portavoz de Carnival, la mayor empresa de cruceros del mundo, respondió algo similar y la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA, en inglés) también, cuando fueron consultados por EFE.
El primer crucero entre EEUU y Cuba, tras un paréntesis de más de 50 años, fue el Adonia, de la compañía Fathom, filial de Carnival, que zarpó del puerto de Miami el 1 de mayo de 2016 con destino a La Habana, con 704 pasajeros, una docena de ellos cubanoamericanos.
En los puertos de Miami y Fort Lauderdale, en el sur de Florida, no estaban previstas para el martes salidas de cruceros hacia Cuba.
Fuentes del Puerto de Fort Lauderdale indicaron a EFE que este miércoles está previsto que zarpe el Majesty of the Seas, de la compañía Royal Caribbean, en cuyo itinerario aparecía una escala en La Habana antes de dirigirse a Cozumel (México).
Agregaron que no han recibido notificación de que se cancele la salida, pero advirtieron que el itinerario podría cambiar para no incluir a la capital cubana.
Según CNN, Royal Caribbean Cruise Lines confirmó que los viajes programados para este miércoles y jueves ya no se detendrán en La Habana.
Collin Laverty, presidente de Cuba Educational Travel (CET), una organización dedicada a armar los viajes "people to people", consideró que la prohibición de estos es una decisión "desafortunada" no solo para "compañías que dan empleo y pagan impuestos" en EEUU, sino para "millones de cubanos que van a sentir la disminución de la afluencia de visitantes".
Laverty no dudó en calificar la medida de "política" y la encuadró en la carrera para las elecciones presidenciales de 2020.
Según el Gobierno cubano, la Isla cerró el primer cuatrimestre de 2019 con un crecimiento del 7,2% en la afluencia de turistas, al alcanzar 1,9 millones de visitantes.
En ese periodo, Canadá se mantuvo en primer lugar entre los mercados emisores, con 624.530 viajeros (un 3% más) y EEUU continuaba como segundo, con 257.500 visitantes (93,5%) hasta abril, pese a las restricciones que aplica el Gobierno de ese país.
El 55% de los viajeros estadounidenses llegó a Cuba en cruceros, una modalidad que creció un 48% en ese periodo con respecto al mismo de 2018.
El martes, repitiendo su discurso oficial, La Habana vaticinó el fracaso de las medidas anunciadas por EEUU.
"Pretenden asfixiar la economía y dañar el nivel de vida de los cubanos para arrancarnos concesiones políticas", pero "fracasarán otra vez", escribió en Twitter el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla.