La "diplomacia" médica, a través de la cual el Gobierno cubano consigue sus mayores ingresos y un gran rédito político, tiene otra cara de pobreza, coerción, vigilancia férrea, riesgo para la vida y sufrimiento familiar que las autoridades de la Isla esconden.
Ese alto costo para los profesionales ha quedado al descubierto en la denuncia por "crímenes de lesa humanidad de esclavitud, persecución y otros actos inhumanos" presentada contra Raúl Castro, Miguel Díaz-Canel y otros funcionarios cubanos ante la Fiscalía de la Corte Penal Internacional.
La demanda, de 350 páginas, a la que tuvo acceso DIARIO DE CUBA, fue dada a conocer este martes en la Organización de Estados Americanos (OEA) por Cuban Prisoners Defenders y la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU).
La profusa documentación que la acompaña incluye los testimonios de 46 médicos, la mayoría de los cuales han escapado de las llamadas "misiones" en el exterior.
Aquí un resumen estadístico de las duras condiciones y las graves restricciones de la libertad que revelan esos testimonios.
¿Cómo fue el proceso de aceptación de la misión y cuáles fueron las razones de los médicos?
—Me presenté voluntario, pero por causas coercitivas: 39,13%
—Me apunté como voluntario libremente, únicamente por motivos económicos: 4,35%
—No me presenté voluntario: 56,52%
—Me presenté forzado o por causas coercitivas: 95,65%
—Me sentí parcial o totalmente obligado ante el temor a ser marcado negativamente en mi entorno laboral y/o personal: 50,00%
—Influía la extrema pobreza que se vive en Cuba y el bajo salario que percibía como profesional: 97,83%
—Influía la falta de alternativas viables a la precariedad laboral en Cuba: 73,91%
—Influía la Ley de Migración, que me impedía la salida y la emigración familiar: 69,57%
—Influía que me habían inculcado que estaba en deuda con el Estado por haber recibido educación gratuita: 45,65%
¿Cómo fue el proceso de preparación para la misión?
—No me presentaron un contrato laboral para firmar que estipulara salario, condiciones, derechos, horarios de trabajo, etc.: 41,30%
—Sí, me presentaron un contrato y obtuve copia del mismo (Brasil): 39,13
—Firmé un contrato, pero no me dieron copia: 28,26%
—No me ofrecieron cláusulas de beneficios extra por peligrosidad laboral, pago de horas extra, seguro de baja por enfermedad, etc.: 95,65%
—No conocí el destino final (ciudad, hospital, etc.) o se incumplió al llegar al país de destino: 89,13%
—Podían visitarme sin limitaciones en los preparativos: 4,35%
—Debía asistir a un curso del Partido Comunista para reforzar los principios "revolucionarios": 82,61%
¿En qué situación estuvo en el país de destino?
—Nada más pasar la aduana del país de destino, un funcionario cubano me retiró mi pasaporte: 41,30%
—Me dieron una documentación alternativa: 30,43%
—Fui vigilado por funcionarios cubanos o sus colaboradores: 91,30%
—No tenía conmigo mi diploma de estudios y experiencia legalizados para el extranjero: 76,09%
—Se en entregó o leyó un reglamento que me obligaba en aspectos de índole personal y política: 95,65%
—No debía tener relaciones de amistad ni sentimentales con nativos que no fueran reportadas y aprobadas: 84,78%
—No podía pernoctar fuera del lugar asignado sin aprobación: 73,91%
—No podía conducir automóviles sin ser autorizado previamente, aun cuando tuviera carnet de conducir: 80,43%
—Estaba sometido a restricciones de movimiento dentro del mismo país donde laboré: 89,13%
—No podía salir de mi vivienda sin permiso a partir de cierto horario, incluso tras el trabajo o días libres: 63,04%
—Estaba obligado a asistir a reuniones de carácter político: 91,30%
—En la vivienda asignada carecía de privacidad parcial o totalmente: 52,17%
—Mis comunicaciones por email, mediante los medios de comunicación que me proveían, temía pudieran ser monitoreadas 91,30%
—Se me orientaba o instigaba a vigilar a los compañeros en su comportamiento profesional y privado: 89,13%
—Debía reportar cualquier situación sospechosa de que un compañero pudiera querer abandonar su desempeño: 91,30%
—Si alguien en mi entorno abandonaba el cargo, me instaban a realizarle un acto de repudio: 78,26%
—Mis familiares no podían salir de Cuba por restricciones del Gobierno mientras yo laboraba en el país extranjero: 52,17%
—Mis familiares solo podían visitarme en el país donde laboraba con tiempo y condiciones restringidas, y previa autorización: 52,17%
—No podía ir en vacaciones al lugar que yo pudiera y quisiera con mi familia: 82,61%
—Se me obligaba a incrementar falsamente las estadísticas de trabajo: 56,52%
—Para falsearlas se me instaba a desechar material no usado: 36,96%
—Tenía temor de que yo o mi familia sufriéramos represalias si violaba alguna de las directrices: 93,48%
—Sabía que al abandonar el puesto no podría volver a Cuba en ocho años: 100%
—Sabía que al abandonar el puesto a mi familia se le aplicaría la prohibición de salida: 60,87%
—Si hubiera sido libre de dejar el puesto sin represalias, pudiendo sacar a mi familia fuera de Cuba, hubiera querido hacerlo: 93,48%
—Era obligado a pagar una cuota mensual (10 dólares) para PCC o la UJC: 58,70%
—Debía cumplir agenda y/o labores de índole política y/o a favor de opciones políticas entre la población nativa: 71,74%
—Sufrí o vi a compañeros/as sufrir amenazas: 93,48%
—Sufrí o vi violencia física por parte de los funcionarios o con su permisividad: 21,74%
—Sufrí o vi a compañeros/as sufrir acoso sexual por parte de los funcionarios o con su permisividad: 41,30%
¿Cuáles eran las condiciones económicas de la misión?
—Salario A neto en el país de trabajo: 473,33 dólares
—Salario B al mes para la familia en Cuba: 37,92CUC
—Salario C al mes en depósito congelados en Cuba hasta el fin de la misión: 172,88CUC
—Salario D al mes del centro de trabajo en Cuba: El equivalente a 33,24 dólares
De los 46 médicos cuyos testimonios fueron incluidos en la denuncia, el 60,87% fue castigado con ocho años sin poder entrar a Cuba por abandonar la misión o no regresar tras concluirla. El 28,26% tenía hijos menores de 18 años en la Isla y al menos ocho intentaron volver al país, pero las autoridades cubanas les impidieron la entrada.
Además de Raúl Castro y Díaz-Canel han sido demandados ante la Corte Penal Internacional por los abusos contra los médicos y otros profesionales enviados al exterior los ministros cubanos de Salud Pública, José Ángel Portal Miranda; del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca Díaz; de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, y de Trabajo y Seguridad Social, Margarita González Fernández.