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Política

Cadenas hoteleras españolas ya han cerrado acuerdos por demandas de confiscaciones en Cuba

Asesores de las empresas dicen que 'las pretensiones económicas de algunos han impedido cerrar más operaciones'.

Madrid
Hotel Meliá América.
Hotel Meliá América. EFE

Cadenas hoteleras de España van a acelerar los contactos iniciados en los últimos años para llegar a acuerdos a partir de ahora con la apertura de demandas desde EEUU sobre las propiedades confiscadas por el Gobierno de Fidel Castro a su llegada al poder a Cuba en enero de 1959.

"Ya se han cerrado acuerdos y plasmado las oportunas indemnizaciones que pedían los herederos de los terrenos expropiados en Cuba, pero también es cierto que ahora las pretensiones económicas que piden algunos de ellos han impedido cerrar más operaciones", indican asesores de las cadenas hoteleras, informó el Periódico de Ibiza y Formentera.

"Serán los tribunales internacionales los que tengan que decir al respecto", añaden.

En estos momentos operan en los cayos y en las zonas turísticas de Cuba las cadenas Meliá, Iberostar, Barceló, Be Live (Globalia), Blau, Valentín y Roc.

El pasado 2 de mayo la Administración que preside Donald Trump activó el Título III de la Ley Helms-Burton, y con él las demandas de los herederos de exiliados cubanos en EEUU afectados en su día por las expropiaciones de solares e inmuebles ejecutadas por Castro a principios de los años 60.

Los despachos de abogados de Miami y Washington ya han comenzado a tramitar estas reclamaciones contra empresas multinacionales, principalmente hoteleras, que operan en terrenos y edificios en las principales zonas turísticas de Cuba y, en concreto, en La Habana.

El medio sostiene que el principal problema, además del económico, es el endurecimiento de las medidas de Washington a La Habana, que, en caso de ir a más, puede provocar la amenaza de sanciones a las empresas españolas con intereses en Cuba.

Ya sucedió un hecho similar hace años y Bruselas siempre se puso del lado de los intereses de España y del resto de países de la Unión Europea.

La ley Helms-Burton también afecta muy directamente a todos los proyectos residenciales con capital extranjero que se han estado plasmando desde 2015 con el Gobierno cubano en Varadero y resto de enclaves vacacionales.

La pugna política de Donald Trump contra La Habana ha hecho mover ficha al Gobierno que preside Pedro Sánchez. La ministra de Industria, Turismo y Comercio, Reyes Maroto, viaja este fin de semana a La Habana para participar en la feria turística FITCUBA.

Maroto visitará hoteles que gestionan empresas mallorquinas, entre ellas Meliá, Iberostar y Roc, pero al mismo tiempo mantendrá reuniones con miembros del Gobierno cubano, entre ellos el ministro de Turismo, Manuel Marrero, y con el ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca.

El martes, la ministra acudirá a la inauguración de la feria en el recinto ferial Morro-Cabañas, en el que habrá una amplia representación de empresarios mallorquines de todos los sectores turísticos.

La Habana 'no tiene miedo'

El viernes la subdirectora general de EEUU en el Ministerio de Relaciones Exteriores, Johana Tablada, dijo que su Gobierno no "tiene miedo de nada" tras conocerse sobre las primeras demandas en juzgados estadounidenses contra empresas que operan en propiedades confiscadas.

"No tenemos miedo de nada. Las decisiones de mantenerse o no en Cuba son decisiones soberanas de las empresas que están aquí", aseguró Tablada en una entrevista con EFE, al término de un coloquio de juristas oficialistas cubanos para analizar el alcance de la activación de los títulos III y IV de la ley Helms-Burton.

El Título IV restringe la entrada a territorio del país norteamericano a quienes hayan confiscado propiedades de estadounidenses en Cuba o comerciado con dichos bienes.

El mismo jueves los herederos de antiguos propietarios de muelles en La Habana y Santiago de Cuba interpusieron sendas demandas contra la empresa estadounidense Carnival, que opera cruceros turísticos en ambos puertos, y se teme que pronto pudieran surgir reclamaciones similares contra aerolíneas de EEUU que vuelan a la Isla.

Aunque esto plantea una amenaza al turismo y las inversiones, la funcionaria cubana se mostró optimista y confía en que no ocurra lo peor.

"Habrá que ver cómo se comportan los tribunales, porque es muy posible que muchos de esos procesos simple y llanamente no den a lugar", aseguró, tras remarcar la posición de su Gobierno de que la ley Helms-Burton es "totalmente nula e inaplicable", entre otros motivos por su aplicación extraterritorial.

Bruselas prometió recurrir a su "estatuto de bloqueo", que prohíbe la aplicación de las sentencias de tribunales estadounidenses relacionadas con el Título III en territorio comunitario y permite a los demandados recibir indemnizaciones por daños a través de procedimientos judiciales contra sus demandantes en las cortes europeas.

En el caso de España, el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ya anticipó que es necesario que la UE acuda de nuevo a la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Fue una primera demanda ante la OMC presentada por la UE en 1996 la que forzó a EEUU, entonces con Bill Clinton en la Casa Blanca, a suspender indefinidamente la aplicación de los Títulos III y IV, medida que fue respetada por todos los antecesores de Trump.

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