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Medioambiente

'No han escuchado al pueblo': la tala indiscriminada de árboles desata críticas en Mayarí

En la localidad cubana han desaparecido en los últimos años pinos, robles y otros ejemplares que podrían haber sido preservados.

Holguín

Otro episodio lamentable para el medioambiente ha tenido lugar en Mayarí, Holguín, con la tala indiscriminada de los emblemáticos pinos del reparto Emergencia, en el consejo popular Primero de Enero. Se trata un área que funcionaba como pequeño parque natural en zona urbana. Una especie de pulmón verde, agradable y fresco para que las personas aliviaran el calor del sol y los niños jugaran sin los peligros del tránsito.

Las autoridades han anunciado que en el sitio se construirán viviendas.

"Este lugar no es el mismo sin esos pinos, su sombra era la vida de nosotros aquí, principalmente de los niños. Resistieron muchos ciclones y nunca se cayeron. Pensábamos que un día construirían algo bonito, un parque como debe ser. Pero no, dicen que construirán viviendas. Fue lo que decidió el Gobierno y nuestra opinión no cuenta", comentó Ricardo, vecino del lugar.

Construir nuevas viviendas es una necesidad en Mayarí como en toda Cuba, pero no debe ser en detrimento de las pocas áreas verdes y parques que tiene la ciudad. Sobre todo si a pocos metros existen terrenos baldíos de mayor dimensión pertenecientes al propio Estado.

"Por aquí lo que sobran son terrenos libres propiedad del Estado. ¿Por qué tienen que coger este sitio que ya cumple una función social y para colmo hay que tumbar los árboles? Fíjate que este lugar se llama informalmente 'Los Pinos'. Ese nombre se lo puso la gente y seguramente lo seguirán llamando así, es algo emblemático de nuestra comunidad y no deberían destruirlo", dijo otro vecino que pidió el anonimato por ser miembro del grupo comunitario de la circunscripción.

"Aquí durante años hicimos planteamientos en las asambleas de rendición de cuentas del Poder Popular para que Los Pinos se convirtiera en un parque con aceras y bancos, pero nunca se hizo nada", añadió. "No han escuchado al pueblo".

La Ley Ambiental cubana exige que cada proyecto constructivo obtenga una licencia que lleva implícita un estudio de impacto ambiental. El organismo encargado de emitir ese aval es el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA).

Pero la máxima de que "es la obra la que debe adecuarse al medioambiente y no el medioambiente a la obra" queda en el papel. En un país gobernado por un solo partido, tanto el CITMA como la empresa proyectista, el gobierno municipal y la constructora, son lo mismo. Juez y parte. Por eso se viola cualquier protocolo y lo legislado en materia ambiental es mera formalidad.

En Mayarí hay muchos antecedentes de desforestación en zonas urbanas. Años atrás, al remozarse la escuela primaria Frank País, se amplió el área administrativa y, aunque existían otras opciones de espacio, decidieron talar dos árboles hermosos de araucaria que adornaban el frente y construir allí.

Como recientemente había sido aprobada la Ley Ambiental, este periodista se quejó inútilmente en la Oficina de Atención a la Población del PCC. La respuesta fue: "Se hizo un estudio de impacto ambiental y se aprobó de esa manera".

Hasta hace un lustro, Mayarí estaba adornado por cientos de árboles de roble, que además de sombra en las aceras proporcionaban una belleza extraordinaria por sus abundantes flores. Fueron plantados por el ayuntamiento en la primera mitad del siglo XX. El actual Poder Popular decidió talarlos todos y sembrar arbustos que luego no fueron atendidos y murieron.

Los lugareños han visto desaparecer también los pinos del paseo aledaño al hospital, los del frente del taller de la empresa forestal MADEMA, en el barrio El Cocal, y los del puente entre Guayabo y El Cocal.

Ninguno de esos árboles representaban amenaza para las viviendas. En todo caso, para las redes eléctricas, que podían ser alejadas con una pequeña inversión.

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