El senador demócrata Bob Menéndez instó a la Administración del presidente Donald Trump a ir "más allá" de declaraciones y ejecutar sanciones contra el régimen de La Habana, en una carta enviada a la subsecretaria de Estado para América Latina, Kimberly Breier.
En la misiva, a la que tuvo acceso DIARIO DE CUBA, criticó el proceso de reforma constitucional en Cuba que concluyó el pasado domingo 24 de febrero con la celebración del referéndum, cuyo voto "no fue libre, justo ni transparente", señaló Menéndez.
"Aunque el régimen promovió el documento como un vehículo de reforma destinado a asegurar un futuro más brillante para el pueblo cubano, en realidad solo ofrece cambios mínimos en el aparato estatal cubano, mientras mantiene un sistema comunista de partido único y refuerza el control del poder de la dictadura", sostuvo el legislador por Nueva Jersey.
Para Menéndez, "la votación que tuvo lugar el domingo no cumplió con ningún estándar creíble para una elección democrática libre y justa".
"Esta nueva Constitución cubana reafirma el papel central del Partido Comunista en la sociedad cubana (…) deja bastante claro que este ejercicio representa un atrincheramiento adicional de la ideología de Castro y ofrece poco en términos de una reforma real", añadió.
"El régimen apunta a cambios tales como los límites de mandato para el presidente de la república, el recién creado cargo de primer ministro y una estructura más racional para los gobiernos locales y provinciales. Sin embargo, el documento no ofrece garantías de derechos humanos y democráticos básicos y no hace nada para crear un espacio para la oposición política o la disidencia legal", denunció.
El político, miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado de EEUU, consideró además que "la nueva Constitución cubana ignora las demandas de los ciudadanos de reformas mayores".
Menéndez recordó que "a pesar de los llamamientos populares para que el pueblo cubano elija directamente al presidente y otros funcionarios, la Comisión Constitucional de Cuba, encabezada por el propio Raúl Castro, rechazó la idea y ofreció un borrador final con pocos cambios".
"Como cabría esperar de un Gobierno autoritario, el voto del referéndum no fue libre, justo ni transparente. Además de organizar una extensa campaña de propaganda a nivel nacional para votar a favor de la nueva constitución, el régimen hostigó y detuvo a ciudadanos cubanos que promovieron una campaña para oponerse al referéndum", condenó.
El senador cubanoamericano lamentó que las fuerzas del régimen "incautaron computadoras, memorias USB y otros materiales de trabajo de las casas de los activistas y detuvieron a decenas de miembros de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), incluido José Daniel Ferrer, en el período previo a la votación".
"Los EEUU no pueden quedarse de brazos cruzados mientras el régimen cubano intenta rebautizarse a sí mismo como un Gobierno que promueve reformas democráticas", declaró en su misiva dirigida a Breier, en la que insistió que la nueva Carta Magna "busca consagrar el poder del Partido Comunista de Cuba para los próximos años y décadas".
"Insto a la Administración Trump a ir más allá de discursos y tweets, y tomar medidas concretas para responsabilizar al régimen cubano por sus continuos abusos contra los derechos políticos y humanos, incluso mediante el uso de las sanciones de Magnitsky", demandó.
"Es doblemente importante que responsabilicemos a La Habana a medida que se desarrollen los eventos en Venezuela, un estado aliado que busca emular el modelo de Gobierno de Cuba. Los EEUU deben apoyar firmemente al pueblo cubano y la defensa de los principios democráticos", concluyó.