El Gobierno puso a la venta este lunes el texto de su nueva Constitución, al que los cubanos solo podrán decir Sí o No el próximo 24 de febrero.
La Carta Magna que irá a referendo fue aprobada el 22 de diciembre pasado por la Asamblea Nacional del Poder Popular. Según los medios oficiales de la Isla, el Gobierno distribuirá 3,1 ejemplares a un precio de un peso cubano, a través de la red nacional de oficinas de correo y quioscos.
El vicepresidente del grupo empresarial Correos de Cuba, Eldis Vargas, citado por la estatal Agencia Cubana de Noticias (ACN), dijo que el documento tiene 16 páginas y su tirada será la mayor de los últimos 20 años.
A la votación están convocados más de ocho millones de ciudadanos. El Gobierno espera la ratificación. Los cubanos no tendrán la posibilidad de rechazar una parte del texto.
Por el momento, el Gobierno no ha precisado si los cubanos residentes en el exterior podrán votar en el referendo. Según los medios estatales sí lo harán los profesionales cubanos que están de misión en Venezuela, en su mayoría profesionales de la salud.
Las autoridades cubanas presentaron como un hito la participación de emigrados en la llamada "consulta popular" sobre el Proyecto de Constitución, realizada entre agosto y noviembre de 2018, aunque desde el inicio dejaron claro que solo admitirían propuestas que no cuestionaran la línea política del régimen.
La versión digital de la nueva Constitución ya está disponible para su descarga en sitios web oficiales como el portal Cubadebate y el diario estatal Granma, órgano del Partido Comunista de Cuba.
El texto final de nueva Constitución incluye 760 enmiendas al borrador propuesto inicialmente por la Comisión Constitucional, encabezada por Raúl Castro.
No introduce cambios en el sistema político, mantiene al PCC como "fuerza dirigente superior de la sociedad" y ratifica el comunismo como aspiración.
Reconoce a la propiedad privada, considera a la inversión extranjera como necesaria, pero advierte que Cuba "no volverá jamás" al capitalismo.
Propuestas como la posibilidad de existencia de otros partidos políticos y que los cubanos puedan votar directamente en la elección del presidente del país, fueron desoídas.
Un artículo que planteaba la redefinición del matrimonio y que habría abierto la puerta a una posterior aprobación de las uniones homosexuales, quedó fuera del texto.
Ese artículo provocó un intenso debate que desvió la atención de otros asuntos para la sociedad cubana. Pero la Asamblea Nacional lo pospuso a la aprobación, en el plazo de dos años, de un nuevo Código de Familia, que también será sometido a referendo.
Para el referendo constitucional del 24 de febrero ya han jurado sus cargos los integrantes de la Comisión Electoral Nacional (CEN) y sus filiales provinciales, constituidas por miembros de organismos estatales, incluidas las Fuerzas Armadas, reportó EFE.
Aunque en Cuba no están permitidas las campañas políticas, en las redes sociales el Gobierno y las organizaciones oficialistas están promoviendo el "Sí" a la nueva Constitución, mientras grupos de la sociedad civil y la oposición defienden el No a través de la campaña "#YoVotoNo".
Opositores cubanos pidieron esta semana a la ONU, el Parlamento Europeo y la Organización de Estados Americanos (OEA) enviar observadores al referendo para evitar un eventual fraude por parte del régimen y velar por que quienes se oponen a la nueva Constitución no sean reprimidos.
