Al racionamiento en Cuba de la venta liberada de pan y huevo, así como a la escasez de carne de cerdo y arroz en venta libre que se ha recrudecido en el último mes, se ha sumado ahora la de productos del mar que comercializan los mercados MERCOMAR, reportó Cubanet.
Según el reporte de Osniel Carmona Breijo, esta semana trabajadores de esos mercados en La Habana informaron a sus clientes que el racionamiento se implementa para hacer frente al incremento de la demanda y a la especulación generada por la escasez de alimentos.
El reporte cita a Roberto Vaillant Lara, administrador de una de las unidades comerciales de MERCOMAR, quien dijo que la medida incluye los siete renglones o categorías de alimentos que se venden en dichos establecimientos, y restringe a 5kg de pescado el peso máximo que cada consumidor puede adquirir.
La venta de 'croquetas criollas' y 'mortadella de pollo', los dos productos de mayor demanda, debido a que tienen precios más asequibles al bolsillo de jubilados y trabajadores, fueron regulados a cinco paquetes (diez unidades cada uno) y 5kg (dos tubos), respectivamente, por consumidor.
Los MERCOMAR son los únicos comercios habilitados en la Isla para la venta especializada de alimentos marinos, de manera liberada y en pesos cubanos.
Su oferta se basa en subproductos como la croqueta y diferentes picadillos. Los mariscos contadas veces en el año llegan a las neveras, mientras que los pescados son generalmente de agua dulce.
De acuerdo con Vaillant, la medida restrictiva se aplicó para "garantizar un mayor acceso de la población a los pocos productos que se están abasteciendo", pues varios de ellos, por su bajo precio, "constituyen parte de la dieta cotidiana de muchas familias".
Otros compradores importantes, amplió el administrativo, son los dueños de pequeñas cafeterías "en condición de clientes mayoristas", y los revendedores.
Ante la perenne escasez de pescado, MERCOMAR se ha convertido en un centro de abastecimiento para el mercado informal. Mientras esos establecimientos venden la libra de bonito, por ejemplo, a 47 pesos el Kg, en la calle cuesta unos 2.50 CUC la libra.
Roselia Mendoza Valdés, trabajadora de recursos humanos de MERCOMAR, sin revelar las identidades de los implicados, dijo que a principios de diciembre la entidad habría despedido a cinco administrativos acusados de vender el pescado de primera "por debajo del telón".
Según se quejan la mayoría de las personas que recurren a comprar alimentos en los MERCOMAR, en vez de racionar, una solución más racional hubiera sido lograr un abastecimiento acorde a la demanda.
Iván Cárdenas Figueredo, de Santiago de las Vegas, en Boyeros, señaló que además de croquetas y mortadella, ocasionalmente sólo se puede comprar filetes de claria o tenca, tilapias, troncho de carpa (todos pescados de agua dulce de pésima calidad) y picadillos confeccionados con subproductos de esas mismas especies.
"El pescado bueno entra una vez al año, es difícil de comprar porque cuando lo sacan vuela. Con el racionamiento será peor, vas a poder comprar menos y de todas formas se va a seguir vendiendo por la izquierda la mayor cantidad. Eso pasa porque no hay nada, de lo contrario revender pescado no fuera rentable", comentó Cárdenas.