La situación de los emigrantes que esperan para poder cruzar a territorio de Estados Unidos en El Paso empeora debido a las agresiones fisicas que están sufriendo a manos de personas que descargan su xenofobia contra ellos.
"Yo estaba dormido y (un hombre) me dió duro (una patada). Levanté la cabeza y vi a una señora corriendo atrás de él diciéndole '¿Por qué le pegas?', pero yo me encogí, estaba haciendo frío y me volví a enredar (entre las cobijas)", contó a El Diario de Chihuahua un emigrante cubano nombrado Roberto.
La situación de estrés de los migrantes que lidian con sentimientos de culpa, ira, tristeza, negación y rechazo se conjuga con la molestia que causan entre quienes circulan hacia El Paso y aumenta el riesgo de que ocurran altercados, consideró Pablo Morales, director de la organización civil Caravana.
Durante este fin de semana un niño de cuatro años y su madre, ambos de Guatemala, fueron agredidos por un migrante zacatecano de nombre Ramón Camarillo.
El hombre quitó de manera brusca la colchoneta donde la mujer guatemalteca se encontraba con su hijo, provocando que el menor se golpeara en el suelo, trascendió.
Un oficial de la Policía Federal que se acercó luego de que la situación había sido controlada por guardias del puente dijo que los migrantes fueron a barandilla. La mañana de ayer se pudo constatar que las personas involucradas estaban de regreso en la fila.
En un recorrido se observó que al margen de las molestias entre los migrantes, hay irritabilidad entre las personas que buscan cruzar al vecino país, lanzan insultos y hasta han agredido a los extranjeros.
Un hondureño de nombre Gerson Valeriano aseguró que mientras dormía tres personas comenzaron a patearlo provocándole dolores tan fuertes que pensó que le habían roto las costillas. Los agresores huyeron hacia El Paso.
"Muchas de las personas que vienen a beber aquí, pasan golpeándolo a uno. A mí casi me fracturan una parte de las costillas de una patada que me pegó una persona. Golpearon a un cubano y luego me golpearon a mí. Nosotros no queremos ser groseros, en el aspecto de que vayan a creer que uno es el que está buscando el problema. Ellos son los agresivos", dijo.
Agregó que "nosotros estamos aquí acostados y esas personas pasaron bien tomadas y nos agredieron como a las 2 de la mañana".
Valeriano dijo que las personas que los agredieron se iban peleando incluso entre ellos mismos. "Estas personas entre ellas mismas se estaban peleando, y los oficiales de Migración de Estados Unidos los detuvieron. No sabemos si se los llevaron presos o los dejaron pasar, pero sí nos golpearon anoche", recalcó.
El hondureño mencionó que también escucha ofensas: "Dicen 'pinche gente que está aquí tirada obstruyendo'. Tienen que entender que nosotros estamos de pasada, no porque queremos. Realmente anoche sí nos agredieron bien feo, y eso no es bueno porque uno no viene a agredir", dijo el hombre.
Uno de los cubanos mencionó que no todas las personas son agresivas con ellos pero sí es normal escuchar que la gente les dice "devuélvanse a su país".
En los últimos días, el avance de la caravana de migrantes ha desatado la preocupación entre los cubanos que se encuentran en la frontera del país azteca. Muchos temen que esta expedición, procedente de países centroamericanos, les alcance y las autoridades estadounidenses no les dejen pasar.
"Nuestra idea es entrar antes de la caravana. Tememos que el grupo de migrantes nos alcance y que nos juzguen junto con ellos", confesó a AP un cubano que responde al nombre de Humberto Álvarez González.
Álvarez y el resto llevan días durmiendo en carpas y viviendo de la ayuda que les ofrecen los mexicanos. Los oficiales estadounidenses les dicen que no hay espacio para procesar nuevas solicitudes de asilo.
La semana pasada el presidente Donald Trump ya amenazó con detener a los solicitantes de asilo y enviar hasta 15.000 soldados a la frontera para evitar el paso de los miles de centroamericanos de la caravana.
Los cubanos, preocupados porque sus casos sean juzgados como el del resto de los centroamericanos, aseguran que solo entrarán pacífica y legalmente, y que están dispuestos a esperar el tiempo que sea necesario en el puente.