"Es más fácil salir de Cuba que viajar a provincias por Ómnibus Nacionales", concluye una anciana en la Terminal de Villanueva de La Habana, donde permanecía hacía tres días en la lista de espera.
"Mi vecino viaja al 'yuma' a cada rato y lo tiene fácil, entonces uno que viaja dentro de Cuba, tiene que dormir tres días en una terminal", critica esta mujer en conversación con DIARIO DE CUBA.
El recinto, aseguran los pasajeros, "permanece abarrotado y la dirección explica que ellos dependen de lo que venga de la Terminal de la Coubre, desde donde viajan los que tienen reservaciones".
Una madre con su hija de dos años cuenta que "a veces entra un extra de TRANSTUR" y se queja del "maltrato", mientras aguarda a que le llegue su turno.
"Yo si no tengo miedo hablar. Vine ayer por la mañana, pero esa gente de allá atrás lleva desde antier aquí. En un día, si acaso, se van entre diez y 15 personas de cada lugar; mientras, la terminal se sigue llenando", dice Ricardo, un joven tunero
"¿Cuál es la gestión del nuevo presidente, porque no la veo por ninguna parte?", se pregunta.
Otro pasajero, con casi tres días en espera, lamenta las respuestas que dan las autoridades a la desesperante situación del transporte interprovincial en la Isla.
"Llamé al partido provincial y me mandaron a llamar al puesto de mando de Ómnibus Nacionales. El hombre que me atendió me dijo que esto es una lista de espera y que lo mismo podía irme hoy que dentro de una semana, que ellos no pueden hacer nada al respecto porque no hay carros, que hace un año que no entran carros. Conclusión, que sigo jodido", señala.
Ante la falta de gestión del Gobierno, los pasajeros solo tienen como alternativa abordar camiones privados cuyo precio rebasa los 14 CUC (unos 350 pesos moneda nacional), expuestos al peligro que conlleva viajar en vehículos adaptados.
Según estimaciones oficiales, estos transportistas tienen el mayor índice de accidentalidad en el país.
Una mujer, algo exaltada, dice: "lo que pasa es que una sola persona se tira para la calle del medio y nadie la apoya, pero el Partido debe responder al pueblo. Por eso es que esto no va a cambiar nunca".
A su lado, un hombre prefiere "no buscarse problemas en vano".
Por su parte, una empleada de la terminal de Villanueva, responde que desde su posición no puede resolver nada.
"Hay pocas guaguas, del avión ni hablar y casi no contamos con el tren nacional. El transporte está malo y nosotros trabajamos con lo que tenemos a mano. No podemos hacer más", sostiene.
Recientemente, la prensa estatal reconocía que durante los meses de julio y agosto la crisis crónica que aqueja el transporte público lo convertía en uno de los problemas fundamentales de la vida cubana.
Lamentaba la imposibilidad de "disfrutar Cuba en la etapa veraniega" debido a la ausencia de una "red de transporte público sólida y eficiente, que pueda asumir el movimiento casi masivo que generan" esos meses.
Sin embargo, este problema sigue latente hoy. La situación en terminales de ómnibus interprovinciales como la de Villanueva evidencian que la crisis es crónica.