En su reciente visita a Nueva York, durante una parada en el laboratorio de robótica de la Universidad de Columbia, Miguel Díaz-Canel afirmó con rotundidad que en Cuba "hemos estado enfocados en la robótica hacia hacer más eficientes procesos productivos y de servicios" como política del Gobierno para el "envejecimiento de la población".
Lo cierto es que poco o nada de sabe de estos programas específicos para enfrentar este flagelo considerado asunto de Estado para Cuba y que se ha agudizado en los últimos años en la Isla producto de la crisis permanente, la baja natalidad, la emigración y políticas que pretenden responder a tales cuestiones, pero no son más que cosméticas.
La División de Población de las Naciones Unidas estimó que Cuba, junto a Barbados, serán los países más envejecidos de América Latina y el Caribe en un futuro inmediato.
En un recorrido por la prensa estatal en busca de información sobre robótica, DIARIO DE CUBA pudo comprobar que el tema de la robótica ha sido recogido, circunscrito a intervenciones quirúrgicas de mínimo acceso, mecanización agrícola e industrial y poco más.
En febrero de 2016, Alejandro Pérez Malagón, jefe del Grupo de Robótica de la CUJAE, había desarrollado tres robots (o plataformas robóticas, como prefirió llamarlas él). Según recogió el sitio oficial Cubadebate, andaban cerca de conectarlos con las redes sociales en aquel entonces.
El anhelo de Pérez Malagón era "crear maquinarias, que ellas solas siembren y cosechen en la agricultura".
Dos meses más tarde, Néstor del Prado, director de formación y difusión del conocimiento de la estatal Empresa de Gestión del Conocimiento y la Tecnología (GECYT), reivindicaba en otro artículo, también en Cubadebate, que "la informatización industrial o la automática no debe ser relegada dentro de la informatización a escala social".
Reconocía que Cuba se había "ido rezagando peligrosamente, en diferentes ámbitos de la informatización".
Según recogió la oficial Prensa Latina en febrero 2017, cirujanos de Cuba y EEUU intercambiaron sobre laparoscopía y robótica en un evento realizado en La Habana.
El medio reconocía que el Gobierno cubano "no ha adquirido esa tecnología aún", pero se daban "los primeros pasos como la preparación de dos cirujanos generales y un urólogo en el exterior y propiciar el intercambio con personalidades del campo de la cirugía robótica a nivel internacional".
Un mes más tarde, el doctor Miguel Ángel Martínez, fundador del Centro Nacional de Cirugía de Mínimo Acceso (CNCMA), declaró a la estatal Agencia Cubana de Noticias (ACN), que la cirugía urológica, la de colon y la ginecológica sería un buen comienzo para la introducción de la robótica en el campo médico en la Isla.
¿Robots en los campos de Cuba?
En julio de 2017, otra vez el sitio oficial Cubadebate publicó sobre "robots sobre los campos de Cuba" en un artículo que se preguntaba si el asunto despegaría o no.
Citó a un equipo de investigadores de la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas empeñados en "demostrar cuánto puede hacerse a partir de vincular la más moderna tecnología con la sabiduría campesina".
Conocidos como Grupo de Automatización, Robótica y Percepción (GARP), el colectivo enfocaba su trabajo en la búsqueda de soluciones de automatización de procesos tecnológicos, especialmente orientados a la agricultura, a partir de la utilización de imágenes satelitales, los Sistemas de Posicionamiento Global (GPS) y la fotogrametría aérea, unido al empleo automático de los sistemas de riego y la explotación de maquinaria.
Para su labor había establecido proyectos con la Universidad Politécnica de Madrid. También obtuvo apoyo del Consejo de Universidades Flamencas de Bélgica (VLIR).
En marzo de este año, distintos medios se hicieron eco de un robot traído a la XVII Convención y Feria Informática 2018.
Hiroshi Ishiguro, un ingeniero de la Universidad de Osaka, Japón, que ha construido muchos robots a lo largo de su carrera, sorprendió a todos en La Habana con un ejemplar casi humano. Se trataba del Geminoid HI-4, la cuarta generación de un androide hiperrealista.
La prensa estatal sostuvo entonces que más allá de la ciencia ficción, escuchar a Ishiguro permitió "vislumbrar un futuro no de fantasía sino de realidad y de preguntas complejas, directas y pertinentes que tenemos que hacernos como sociedad para encarar y aprovechar mejor estas tecnologías".
Según recogió la ACN, también en marzo de este año, el vicepresidente Ramiro Valdés Menéndez habló de "la importancia del vínculo de la industria mecánica con la Universidad Central de Las Villas".
Dijo que ante "los retos que impone el desarrollo de la industria mecánica es preciso avanzar en las nuevas tecnologías, en lo que se impone la electrónica y la robótica en función de la eficiencia, la calidad, la humanización del trabajo y el cuidado al medio ambiente".
'Riesgo de quedar más aun en el subdesarrollo'
Por último, esta misma semana, después de que salieran a relucir las palabras de Díaz-Canel en la Universidad de Columbia, Luis A. Montero, presidente del Consejo Científico de la Universidad de La Habana, apostó por que Cuba se sume a la denominada Cuarta Revolución Industrial en un artículo en el que habló sobre envejecimiento poblacional en la Isla.
Montero inscribe la nueva Revolución Industrial dentro de una "estrategia para generalizar la utilización de la informática, la robótica y la automatización en la producción de bienes y servicios".
"La Cuarta Revolución Industrial engloba la tecnología digital, la nanotecnología, la biotecnología y la robótica, y como colofón introduce oficialmente como protagonista a la inteligencia artificial y pretende crear la llamada Industria 4.0".
Según datos que citó del Centro de Estudios de Población y Desarrollo (CEPDE), las proyecciones de la población cubana indican que como tendencia la cifra de personas que arriban a la edad laboral continuará descendiendo, mientras que la de quienes llegan a la de jubilación ascenderá hasta 2033. Con altas y bajas de estos indicadores, entre los años 2021 y 2045 podría acumularse un déficit que superaría los 815.000 efectivos en el mercado laboral.
"Este panorama impone que la sociedad se reconfigure, y con ella sus entornos laborales. Serán precisas entonces la calificación y recalificación de la fuerza de trabajo en busca de aumentar su productividad, sobre todo cuando esta comience a decrecer. Otro sabio consejo sería que a medida que disminuya el capital humano, se invierta en desarrollo tecnológico en busca de compensar la fórmula", escribió.
"Uno de los pilares de la Revolución Industrial 4.0 es la producción aditiva o impresión 3D" que "permite reproducir piezas metálicas o de otros tipos de materiales con una serie de ventajas como son la rapidez de la acción, la casi nula pérdida de materiales y la posibilidad de fabricar moldes complejos (…)", señaló.
El científico estima que para el 2020, el 70% de la producción total de partes de alto valor agregado de varios sectores como el automotriz, aeronáutico, médico, electrodoméstico, etc., serán producidas utilizando esta tecnología.
"Es imprescindible que Cuba se sume a este movimiento, pues se corre el riesgo de quedar más aun en el subdesarrollo. Esto es congruente con nuestros problemas tanto demográficos como económicos", defendió.