El obispo de Bayamo-Manzanillo, monseñor Álvaro Beyra Luarca, comparó el matrimonio con el café con leche en otra declaración de la Iglesia Católica contra la nueva definición que contempla la reforma constitucional del Gobierno cubano y que abriría la puerta a la legalización de las uniones entre personas del mismo sexo.
"(…) Lo expresado en el artículo 36 corresponde al concepto de matrimonio desde siempre y en todas las culturas, y lo nuevamente planteado es tan novedoso en lenguaje constitucional que probablemente no esté recogido en ningún otro texto constitucional en este planeta", señaló en una comunicación publicada en la web oficial de la Iglesia Católica.
Para Beyra Luarca se trata de un "cambio extraño" que "no corresponde a la realidad del matrimonio, a la esencia y naturaleza del mismo e indirectamente y más abarcador aún a la familia y la sociedad humana".
Considera que "no es de poca monta el aparentemente insignificante cambio y sus consecuencias, no es un simple detalle de estilo o de redacción".
"La realidad del matrimonio universalmente aceptado a través de todos los tiempos, como unión de un hombre y una mujer, forma parte de los hechos esenciales de la vida humana, o sea aquellos que forman parte y constituyen su ser, su esencia, es decir, lo que hace que una cosa sea lo que es y no otra, aunque se le pueda parecer", dice el prelado en una comunicación no tan clara como las expuestas anteriormente por el arzobispo de Camagüey, Wilfredo Pino Estévez, o el de Santiago de Cuba, monseñor Dionisio García Ibáñez.
Pino Estévez abogó por legalizar las "parejas de hecho" entre personas del mismo sexo como alternativa al cambio del actual concepto del matrimonio en la Constitución. García Ibáñez calificó de "imperialismo cultural" la posible aprobación del matrimonio gay en la Isla.
"El reconocimiento y aceptación de estos hechos es lo que forma parte de las verdades esenciales. Siempre han sido así y lo seguirán siendo, no son verdades antiguas, ni modernas, son verdades esenciales y por eso no están atadas al tiempo, sino a la naturaleza del hecho, al ser del hecho, están por encima del tiempo y atraviesan todos los tiempos", expuso el obispo de Bayamo-Manzanillo.
"En un referente más elemental y tomado de nuestro mundo doméstico cotidiano podríamos comparar al matrimonio con nuestro café con leche. Para hacer un café con leche siempre se ha necesitado y siempre se necesitarán café y leche, independientemente de la proporción, la temperatura, la cantidad de azúcar, y no hay otra forma de hacerlo porque el día que faltara alguno de ellos ya no sería un café con leche, sino otra cosa", insistió.
En opinión de Beyra Luarca, estas son "verdades de la sabiduría universal" que los cristianos ven confirmadas en su fe y citó varios versículos de la Biblia.
El obispo se despidió en su misiva con la esperanza de que sus ideas sirvan "para profundizar en nosotros el aprecio por el matrimonio, la familia y la convivencia social" y sean "un estímulo para asumir más responsable y evangélicamente nuestras responsabilidades como miembros de ellas".
El viernes, Mariela Castro Espín, la abanderada del tema del matrimonio igualitario dentro de la Asamblea Nacional del Poder Popular, criticó la posición histórica de la Iglesia Católica frente a tales asuntos aunque no la mencionó directamente.
Para Castro Espín, existen "numerosos estudios científicos que dan cuenta de la evolución de las familias en la historia y sobre cómo esta institución social, al igual que la del matrimonio, ha sido sometida al control social en los juegos de poder de las clases dominantes".
"El concepto de familia que llaman tradicional o natural no fue asumido pacíficamente, fue impuesto con sangre, tortura, persecución, genocidios de pueblos enteros que fueron estigmatizados como herejes y muchas mujeres condenadas por brujas", aseveró.
La Iglesia Católica no es la única que se ha pronunciado contra las uniones homosexuales. Una veintena de congregaciones cristianas también se oponen al cambio constitucional y algunas de ellas promueven campañas en favor de lo que consideran el "diseño original" de la familia.
La comunidad LGTBI se ha mostrado esperanzada ante la posibilidad de redefinir el concepto de matrimonio y ha "contraatacado" a las posiciones de las denominaciones religiosas cubanas con una campaña que defiende "un diseño de familia muy original".