"En Cuba, mientras haya socialismo, no va a haber nunca separación de poderes, porque un principio intrínseco de nuestro sistema es la unidad de poder", zanjó una funcionaria en declaraciones al sitio oficial Cubadebate.
Majela Ferrari Yaunner, doctora en Ciencias Jurídicas y miembro del grupo asesor para la reforma constitucional, respondió así a los comentarios de medios de prensa internacionales sobre la estructura de poder que propone el Proyecto de Constitución castrista, que incluye las figuras de presidente de la República y primer ministro.
"Dividimos funciones, pero no poderes, que es propio de sistemas donde estos intentan irse unos por encima de los otros y tienen que armonizarse entre los tres, cuatro, cinco", dijo Ferrari Yaunner en un largo reporte sobre los cambios en la estructura del Estado publicado en Cubadebate.
"No tenemos división de poderes, sino de funciones. Son funciones depositadas en órganos, porque en Cuba hay un solo poder, el Poder Popular", añadió, aunque una de las principales críticas a la Asamblea Nacional es justamente su falta de poder, ya que nunca vota contra las propuestas del régimen y con frecuencia le da un respaldo unánime.
Además del regreso de las figuras del presidente de la República y del primer ministro, la reforma constitucional propone que el Consejo de Estado y la Asamblea Nacional del Poder Popular tengan la misma dirección. Las Asambleas Provinciales del Poder Popular se eliminarían para constituir un Gobierno Provincial, integrado por el gobernador y un Consejo.
"La reaparición de la figura del presidente de la República es para darle nombre a un cargo que no se llama así; sin embrago, en la percepción del pueblo existe, aunque constitucionalmente era el presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, porque hemos tenido ahí a figuras con una inmensa legitimidad moral e histórica como Fidel y Raúl", opinó Majela Ferrari.
Muchas de las atribuciones que tiene el presidente de la República en el Proyecto de la Constitución, son las mismas que tiene hoy el presidente de los Consejos de Estado y de Ministros. El cambio radica más en la nomenclatura que en el desarrollo práctico que tendrá la figura política, según Cubadebate.
Lo más importante, añade la publicación oficial, "es el desdoblamiento en los órganos superiores con la aparición de un primer ministro" que "será la mano derecha administrativa del presidente".
Martha Prieto, profesora de Derecho Constitucional de la Universidad de La Habana, dijo que se trata de un "Ejecutivo bicéfalo. El jefe de Estado es diferente del jefe de Gobierno, a diferencia del diseño actual en que coinciden en una persona, que era parte del ente representativo y además dirigía la esfera ejecutivo-administrativa".
"Lo previsto a futuro es tener un jefe de Estado que se ocupe de las cuestiones de representación del Estado, de protocolo, de coordinación, que dirija el Consejo de Defensa Nacional, que pueda dirigir, controlar al ente de Gobierno sin ser parte de él", explicó Martha Prieto.
Según el plan del régimen, el presidente de la República dirigirá las reuniones del Consejo de Ministros cuando esté presente. El primer ministro coordinará todo el trabajo del Consejo de Ministros, será la persona que centralice la gestión de ese órgano y con la que el presidente puede despachar sobre las actividades de la Administración Central del Estado, precisó Cubadebate.
"No será el primer ministro fuerte de los sistemas parlamentarios, que concentra mucho poder, combinado con jefes de Estado prácticamente nominales con funciones mínimas. Lo que se proyecta es que el mismo Jefe de Estado tenga un poder importante y se auxilie del primer ministro para el desempeño del Gobierno de la República", dijo Majela Ferrari.
La edad límite
En cuanto a la edad límite en la que ha insistido Raúl Castro a pesar de que la llamada "generación histórica" no ha dado ejemplo y ha retenido el poder durante 60 años, Majela Ferrari dijo que "las personas le están haciendo rechazo".
"Tenemos la costumbre de tener líderes de avanzada edad dirigiendo el país, y la gente siente que poner un límite máximo de edad de 60 años es traicionar a Fidel y Raúl; sin embargo, esa idea es de Raúl, él mismo nos llevó a la reflexión y valoraba que para ser presidente es necesario y se requiere una persona joven, vital, para que pueda estar en todas partes, como lo hace hoy (Miguel) Díaz-Canel —y nos puso ese ejemplo—para que pueda dedicarle todo el tiempo y las energías que requieren ser el presidente de un país", argumentó la jurista.
"El límite de mandatos es también muy importante, porque si eres electo con 60 años, al trascurrir dos períodos de cinco años, debe concluir con 70, donde las capacidades no son las mismas y el agotamiento se hace sentir", comentó. "Entonces, se fija el tiempo en que esa figura puede entregarse totalmente a sus responsabilidades y no significa que luego no pueda asumir otras tareas, donde resulte vital su experiencia".
Interrogada sobre por qué solo hay límite de edad y mandatos para el presidente de la República y no para el primer ministro y el presidente de la Asamblea Nacional, Majela Ferrari justificó que "el presidente va a desarrollar funciones que van a requerir un dinamismo mayor", aunque añadió que "eso puede ser una propuesta".