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Trabajo

Músicos estatales de La Habana Vieja, al borde del desempleo

Para muchos de estos cubanos significa una jubilación definitiva.

La Habana

Quienes recorren las zonas más turísticas de La Habana Vieja no pueden dejar de escuchar las pegajosas canciones de los tantos grupos musicales que animan bares y restaurantes.

Pero el panorama laboral de muchos de esos músicos está a punto de cambiar dramáticamente. La Agencia de Espectáculos Artísticos (TURARTE) se prepara para despedirlos, según dijo a DIARIO DE CUBA el bajista Jorge Enrique Vigo Duarte, director de la agrupación Havana Soul, que se presenta habitualmente en el bar La Lluvia de Oro.

"La medida de no renovar nuestros contratos nos la anunciaron hace ya dos meses en una reunión. El argumento es que no somos rentables para esta agencia", declaró Vigo Duarte.

"En ese momento, presentamos una carta al sindicato provincial en la que expresamos nuestro desacuerdo. Manifestamos que de las 15 presentaciones que hacemos en días alternos solo nos pagan cinco y trabajamos diez horas diarias. Nuestro salario real es muy bajo, pues ganamos unos ocho CUC mensuales", explicó el músico, que lleva más de 15 años tocando en bares estatales de La Habana Vieja.

La mayoría de estas agrupaciones lleva más de dos décadas presentándose en el Centro Histórico de la capital y el despido significa prácticamente una jubilación forzada para sus miembros, debido a las escasas posibilidades de encontrar trabajo en otro lugar.

"Nosotros históricamente hemos vivido de la propina, pero eso no es un salario, ni es algo estable. Esta situación de los bajos salarios de los músicos que trabajamos aquí viene desde hace años cuando todas estas instalaciones pertenecían a Habaguanex. Con la entrada de GAESA [Grupo de Administración Empresarial S.A., de los militares] nada ha cambiado para nosotros", comentó el bajista.

Otro músico que trabaja en el bar Café de París, y que solicitó el anonimato, dijo que "aún con los bajos salarios nos exigen un vestuario adecuado".

"Además, el mantenimiento o renovación de todos nuestros instrumentos va por nuestro bolsillo, al igual que nuestra alimentación. Esto se llama sencillamente explotación", criticó.

"Nosotros somos los que le damos vida y atraemos clientes a estos lugares. Despedirnos no solo es una gran injusticia, porque somos el sustento de nuestras familias, sino que acabará con la afluencia de clientes, pero al parecer eso no les importa, hay una presión desde 'arriba' porque hace años venimos exigiendo una mejor remuneración", apuntó Vigo Duarte. "Por eso es importante que se conozca lo que sucede con nosotros".

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